Cuando los Dallas Cowboys lanzaron una liga élite de fútbol bandera para chicas, se hizo historia en Dallas ISD. Pero en ningún otro lugar se sintió el impacto tanto como en Dr. L.G. Pinkston Sr. High School, cuyo equipo ganó el campeonato de la división.
Nicole Stovall, directora deportiva adjunta y técnica del equipo de Pinkston, dijo que estaba emocionada por dejar un legado que su equipo se atribuiría para siempre y dar inicio a algo significativo para las jugadoras y la comunidad.
“Sinceramente, ser parte del personal inaugural en Dallas significa mucho”, dijo Stovall. “Esto va a ser muy bueno, y por supuesto, haremos historia”.
Para Stovall, este enfoque en dejar un legado tiene raíces profundas.
Oriunda de Luisiana, Stovall empezó su carrera en Nueva Orleans, donde trabajó con ligas de fútbol bandera de secundaria afiliadas con la NFL y pasó tiempo empoderando a jóvenes deportistas. Luego de que el huracán Katrina diera un giro a su vida, Stovall se mudó a Chicago, donde enseñó fútbol universitario en la antigua Robert Morris University Illinois. En 2007, decidió mudarse a Dallas y unirse a Pinkston, donde ha sido técnica desde entonces.
“Es por esto que enseño a estudiantes. A veces entran cosas en nuestras vidas y luego se van, así que les recuerdo que no pueden tomar nada por hecho”, dijo Stovall. “Quiero enseñarles a atravesar algunas cosas que me pasaron a mí para que ellos no cometan los mismos errores”.
Aplicando estas lecciones de vida en el campo, Stovall enseña a sus jugadoras a tener resiliencia en caso de pérdidas personales y fe en el poder de los deportes para desarrollar su disciplina, colaboración y autoconfianza.
“Creo que el equipo está enfocado en desarrollar su carácter porque así podrán lidiar con las adversidades”, dijo. “A veces cuando llegamos a cierto nivel competitivo, debemos aprender a ganar y a perder de buena gana”.
El compromiso del equipo con desarrollar el carácter además de sus habilidades deportivas se ha traducido directamente en entusiasmo por el fútbol bandera. El equipo de Pinkston vio participar entre 15 y 20 chicas el primer año, y otras se han acercado a Stovall para expresarle su deseo de unirse.
“Muchas jóvenes al principio del año me expresaron su interés en unirse al equipo”, dijo Stovall. “El año pasado nos permitieron tener un solo equipo por escuela. No sé cómo harán las escuelas que tienen jugadoras de sobra como para formar dos equipos”.
Incluso con un solo equipo, las Pinkston Lady Vikings ya han hecho historia. Además de ganar el campeonato de la división, avanzaron al torneo de fútbol bandera femenil de los Dallas Cowboys. Aunque no se llevaron el título, Stovall y sus deportistas están más decididas que nunca a llegar a la cima.
Su asociación con los Dallas Cowboys las apoya para llegar a estas metas ambiciosas, pues proveen uniformes, equipo e incluso invitan a cazatalentos universitarios. Como resultado, el fútbol bandera está abriendo puertas para estas jóvenes.
El impulso del deporte sugiere que tiene un gran futuro, y según Stovall, pronto podría convertirse en un deporte sancionado por la UIL en Texas e incluso un evento olímpico.
“Es el comienzo de algo nuevo, y sé que crecerá”, dijo Stovall. “Pero lo más importante es el legado que dejemos aquí”.
Después de dos décadas en el distrito, la lealtad de Stovall hacia Pinkston y su comunidad sigue firme. Además de fútbol bandera, Stovall también es la técnica principal del equipo de básquetbol femenil y presta apoyo a otros deportes de la escuela, incluyendo fútbol, natación, lucha y fútbol americano.
“Pinkston es un lugar especial. Somos una joya oculta”, dijo Stovall. “Quiero asegurarme de dejar un impacto duradero y cambiar las vidas de los jóvenes y ayudarlos guiándolos y orientándolos. Así quiero que me recuerden”.

