Cuando un estudiante le contó a Honesty Lewis que quisiera que ella fuera la profesora de porristas de Franklin D. Roosevelt High School of Innovation, Lewis supo que esta era su oportunidad para dejar una huella en su comunidad.
“Si hubiera una palabra que describiera lo que amo de ser porrista, sería ‘fuego’. Soy tan apasionada que a veces me da dolor de cabeza”, dijo. “Me gusta inventar nuevos bailes, y sé que me duele la cabeza porque es difícil, pero es que tengo mucha pasión. Cuando pienso en la animación, aunque ahora no sea yo la porrista, me alegro y me emociono”.
Lewis, quien fue porrista a partir de los tres años, ahora dirige el equipo de 31 porristas de Roosevelt, convirtiéndolo en un programa definido por buenas calificaciones, desarrollo de liderazgo y constante crecimiento competitivo.
“Quiero que cada generación se gradúe con un grado asociado o una certificación para que tengan algo que presentar”, dijo Lewis. “Lo otro es que quiero que al menos dos personas de cada promoción se unan al equipo de porristas de su universidad”.
Bajo su dirección, el equipo se llevó el séptimo lugar entre 61 equipos que compitieron en el Campeonato Estatal de Animación 2025, de la UIL, fue reconocido con tres títulos “all-American” y quedó en tercer lugar luego de una competencia del distrito.
Ser miembro del equipo viene con expectativas académicas específicas: cada uno debe estar inscrito en P-TECH o en el Instituto de Profesiones del Sur. Este requisito refuerza la creencia de Lewis de que la animación debería apoyar a los estudiantes en cuanto a sus metas a largo plazo.
Para Makalah G., el éxito en el deporte y en el salón de clases es lo mismo.
“Quiero estar al tanto de mis clases; es mi prioridad”, dijo. “Como equipo, quiero que estemos entre los mejores cinco o 10 del estado. También quiero que se me conozca como líder porque nací para ser líder”.
Asia J., capitana del equipo durante los últimos dos años, da mérito a Lewis por darles la oportunidad de sobresalir en ambas áreas.
“Algunos profesores no impulsan a su equipo ni les dan grandes oportunidades, pero la profesora Lewis se asegura de que estemos bien académicamente”, dijo.
Conforme el programa va fortaleciéndose, las oportunidades se multiplican.
El equipo se presenta con regularidad en eventos comunitarios, visita universidades —incluyendo Xavier University en Luisiana, University of Arkansas at Pine Bluff, Langston University y Texas Southern University— y comparte con programas universitarios de animación.

“A mí me encanta”, dijo Janaeya M. “Es una muy buena oportunidad porque no todos tienen la oportunidad, o se sienten lo suficientemente seguros, para intentarlo. Muchos me dicen que están nerviosos, pero me gusta verlos echarle ganas”.
Para Asia, Janaeya y Makalah, el equipo de porristas de Roosevelt es donde han entablado amistades de por vida y donde han crecido como equipo.
Juntas llevan energía, ánimo y espíritu escolar a los salones, pasillos y eventos escolares, animando a toda la comunidad de Roosevelt.
“Quiero que me recuerden como alguien que siempre tuvo ánimos”, dijo Janaeya. “Que nunca reprobé una clase ni me sacaron de ningún programa porque no estaba haciendo lo que debía hacer. Quiero ser extraordinaria. En cuanto al equipo, quiero que sepan que me importan mucho”.
En Roosevelt, la animación es más que espíritu. Es fuerza, liderazgo y las bases para el éxito en la vida.


