Cuando Emma A. se unió por primera vez al equipo de robótica de Casa View Elementary School, ella y su amiga Wendy querían algo más que los trabajos secundarios: querían construir, programar y competir.
Con su misión de liderar y participar plenamente, le propusieron a su maestra, Patricia Cortez, la idea de empezar un equipo solo para niñas.
Ese momento fue el principio de las Ladybots, el equipo de robótica femenino de School for the Talented and Gifted in Pleasant Grove, surgido del compromiso de Dallas ISD con ampliar las oportunidades de STEM, lo cual ha producido una gran fuerza de inclusión y liderazgo.
Cuando Emma y Wendy empezaron secundaria en STAG, Cortez también se cambió a la escuela, lo que terminó siendo la oportunidad perfecta para continuar lo que habían empezado.
“Al principio estaba triste porque la Sra. Cortez se iba, pero cuando nos dijo que venía con nosotras, me ilusioné mucho con formar un nuevo equipo”, dijo Emma.
Las Ladybots se convirtieron en un programa cuyo fin es proveer a las jóvenes un espacio para liderar, innovar y visualizarse en los campos de STEM.
“Aprendimos sobre la falta de representación femenina en STEM”, dijo Cortez. “Eso se volvió nuestra misión: acercar a las estudiantes al STEM a través de programas de robótica”.
Las Ladybots organizaron recientemente Girls & Gears: A Girl Powered Robotics Workshop, que recibió a más de 80 jóvenes de todo el distrito. Las participantes probaron codificación, programación de drones, desafíos de ingeniería e hicieron brazaletes de código binario.
Hoy, las Ladybots han pasado seis años juntas mejorando sus habilidades, generando confianza en sí mismas y abriéndose oportunidades como mujeres jóvenes en las ciencias y la ingeniería.
Incluso en un entorno competitivo, las Ladybots desafían los prejuicios ajenos.
Las chicas han competido en la avanzada categoría V5 de VEX, a menudo contra equipos de preparatoria, y se han calificado para el campeonato mundial cada año.
“El mayor desafío al que nos hemos enfrentado es cuando vamos a competencias y los equipos que no nos conocen nos juzgan a primera vista”, dijo Emma. “Nos miran y piensan que solo somos un grupo de niñas. Que vamos a perder. Pero les mostramos que no tenemos límites”.
Con miras al futuro, las Ladybots esperan dejar un legado de innovación y excelencia.
“Cuando empiezan, muchas no creen poder construir o codificar, y luego se sorprenden de sí mismas”, dijo Cortez. “Eso espero que se lleven de acá, que sepan que son capaces de cualquier cosa que se propongan”.





