Entre las nuevas series de fantasía, novelas gráficas y cómics de manga, los estantes se ven cada vez más vacíos en Hillcrest High School, pues los estudiantes han redescubierto su amor por la lectura.

Con presentaciones creativas, sillones cómodos y clubs de lectura estudiantiles, las bibliotecas atraen a más visitantes que nunca antes, lo que ha significado un aumento en el número de libros que se prestan.
“Algo en la biblioteca que me hace querer regresar es el área de silencio y lo simpáticos que son los bibliotecarios”, dijo Alexander W., de grado 10. “Pasar más tiempo en la biblioteca influye en mi día escolar al hacerlo más productivo y tranquilo”.
La especialista en medios Nina Canales transforma a menudo la biblioteca de Hillcrest en un espacio que se siente más como una librería de vecindario que una biblioteca escolar tradicional. También está pendiente de los nuevos lanzamientos y pide los últimos libros para los estudiantes, dándoles una razón para volver.
“La meta es hacer que la lectura sea personal”, dijo. “Una vez los estudiantes se percaten de que hay algo aquí para ellos, empiezan a sentir suya la biblioteca. Es el único lugar en la escuela donde pueden pararse a respirar”.
Tienen lugar más conversaciones sobre la lectura e incluso han llevado a un nuevo club de lectura llamado “My Book It-Make It Club”, donde dan vida a su última lectura a través de proyectos de manualidades inspirados por sus historias favoritas.
“Voy a la biblioteca una vez a la semana o incluso cada dos días”, dijo Brandon M., de grado 10. “Mi género favorito es historia. Este libro se trata de los aviones de guerra y los diferentes diseños que tuvieron a lo largo del tiempo. Pasar más tiempo en la biblioteca me ha llevado a ser más optimista porque tengo un entorno agradable en el que trabajar”.
El entusiasmo por la lectura no solo existe en Hillcrest: es evidente en los números de todo el distrito.
Las prestaciones y renovaciones de libros aumentó de 147,339 el primer mes del año escolar 2024–2025 a 169,768 el primer mes del año escolar 2025–2026.
Para el final del primer trimestre, los estudiantes habían solicitado 356,624 libros, un aumento de más de 62,000 respecto al mismo periodo del año anterior.
En Hillcrest, las visitas de los estudiantes casi se duplicaron en las primeras tres semanas de clases, de 439 en 2024 a 864 en 2025, mientras que los libros prestados subieron de 733 a 1195.
Patricia Alvarado-Barnes, directora de Servicios Bibliotecarios y de Medios, dijo que el aumento viene de varios factores, incluyendo rediseños intencionales de bibliotecas, selecciones de libros con el estudiante en mente y la política estatal de la prohibición de dispositivos, que restringe el uso de teléfonos durante la jornada escolar.
“Los estudiantes usan su tecnología con un poco más de responsabilidad”, dijo. “Sin los celulares como distracción, están descubriendo más cosas sobre lo que hay en los estantes, y en su aplicación de libros electrónicos Sora”.
Agregó que casi todas las escuelas de Dallas ISD ahora cuentan con un bibliotecario certificado y que el departamento se ha fijado una meta de prestar un millón de libros para el final del año escolar.
Con este impulso cada vez mayor y miles de libros prestado digitalmente todos los días a través de la plataforma Sora del distrito, se siente el entusiasmo en el Departamento de Servicios Bibliotecarios y de Medios de alcanzar su meta.
“Este aumento en circulación es muy valioso para los estudiantes”, dijo Alvarado-Barnes. “Queremos que hayan leído mucho y estén preparados, no solo para la escuela, sino también para el mundo”.






