Cuando Silvia Fields empezó a trabajar como conserje en Henry W. Longfellow Career Exploration Academy hace 14 años, su labor difería mucho de lo que es hoy.

El papel de los conserjes en las escuelas del distrito crece cada vez más y se está adaptando a nuevas tecnologías de aire acondicionado, calefacción, salas mecánicas y otras operaciones esenciales que mantienen en funcionamiento la escuela todos los días.
Al mismo tiempo, los conserjes siguen estando a cargo de que los pasillos y los salones estén limpios y desinfectados, y que la escuela sea un lugar seguro y acogedor.
“Es todo un proceso de aprendizaje y tiene sus desafíos, pero en cierta forma también es más fácil que antes porque el viejo edificio estaba cayéndose a pedazos”, dijo.
Fields, quien administra a un equipo de tres empleados divididos entre los turnos de día y noche, hace más que solo eso.
“Tenemos un papel en el éxito estudiantil”, dijo. “Nosotros estamos aquí para los estudiantes porque tenemos mucha interacción con ellos. Si necesitan ayuda con algo, los ayudamos. Sobre todo ahora, piden ayuda para llegar adonde tienen que ir, así que les enseñamos el camino”.
Puesto que los conserjes también trabajan cuando la escuela organiza eventos para los padres, son un recurso para ellos y sus organizaciones. Asimismo, trabajan de cerca con otros miembros del personal con el fin de que sus necesidades se cumplan, se limpie cualquier derrame, se muevan los muebles que deban moverse, se abran las puertas, etc.
“Yo les digo a los demás conserjes que deben seguir aprendiendo cosas nuevas y asumiendo retos para que los puedan ascender”, dijo. “Este trabajo ofrece grandes oportunidades y tiene sus beneficios si uno sabe aprovecharlos”.