En el sur de Dallas, las siete escuelas Legacy que componen el equipo vertical Lincoln-Madison están celebrando un hito que refleja su fuerte liderazgo, la dedicación de las familias y una comunidad que invierte en su propio futuro: una clasificación de B en todas sus escuelas.
Charles Rice Learning Center, tildado “símbolo de esperanza” en el sur de Dallas, llevaba mucho tiempo como el ancla del éxito en el área, pues era la única escuela de las siete en mantener una clasificación de B a lo largo de los años. Paul L. Dunbar Learning Center y James Madison High School luego alcanzaron a Rice al obtener clasificaciones B consecutivas.
Cuando la Agencia de Educación de Texas divulgó sus clasificaciones escolares este verano, el resto de las escuelas del equipo vertical —Lincoln High School and Humanities/Communications Magnet, Billy Earl Dade Middle School, Dr. Martin Luther King Jr. Arts Academy y H.S. Thompson STEAM Academy— recibieron una B también.
Rockell Stewart, originaria del sur de Dallas, es la directora ejecutiva del equipo vertical Lincoln-Madison.
“Estoy sumamente orgullosa de los directores, el personal y los estudiantes”, dijo Stewart. “Ha pasado casi una década desde que cada escuela del sur de Dallas recibió una B. La labor que he visto a los directores y maestros hacer ha sido fenomenal”.
Stewart practica un liderazgo con cuido, y se guía por un principio africano que empieza con una simple pregunta: “¿Y los niños cómo están?”. La respuesta, “todos los niños están bien”, refleja su visión para el sur de Dallas.
Para ella, esta respuesta que va más allá de los resultados en los exámenes y aborda la salud, seguridad y oportunidades que todos los niños merecen tener es clave para el éxito de las escuelas de su equipo vertical.
“Suelo preguntar qué necesitan porque cuando las escuelas y los estudiantes prosperan, la comunidad se transforma”, dijo. “Quiero que todos se sientan seguros en nuestras escuelas”.
El éxito continúa
H.S. Thompson STEAM Academy, que recientemente se unió al equipo vertical Lincoln-Madison, no había recibido clasificación alguna desde que reabrió en 2021 como primaria.
La directora Jennifer Atkins, quien anteriormente se desempeñaba en Rice Learning Center cuando esta recibió una B varias veces, fue la designada para hacer lo mismo con la nueva escuela.
“Cuando era subdirectora, mi directora de ese entonces me solía decir que pronto se iba, pero que las personas como yo debíamos seguir”, dijo Atkins. “La generación previa contribuye a la generación actual, y nosotros perpetuamos ese ciclo. Ese es nuestro legado en el sur de Dallas”.
Gracias al éxito en Rice Learning Center, la comunidad ha logrado una sensación de unión que no se había visto en muchos años.
Otro factor que contribuyó al éxito de esta comunidad, dijo Atkins, es la presencia de estudiantes y maestros que llevan mucho tiempo en la misma escuela, pues el impacto que tiene en los más pequeños ayuda a sentar las bases para un alto rendimiento duradero.
“Los niños empezaron prekínder en Rice y se quedaron hasta quinto grado, y no se fueron muchos”, dijo Atkins. “Es lo que quiero para Thompson. Quiero que los estudiantes regresen año con año. Queremos que los estudiantes permanezcan en el sur de Dallas”.
Atkins quiere que vuelvan incluso después de recibirse de la universidad. Hoy muchos de los graduados del sur de Dallas son maestros también, y llevan adelante su legado al formar a la próxima generación académicamente.
Lo importante es la comunidad
Este compromiso con el éxito no solo lo comparten los directores y el personal en las escuelas del equipo vertical, sino también las familias y los líderes comunitarios.
Stewart comprende que el aprendizaje estudiantil puede verse afectado por las dificultades que atraviesan en sus vidas personales y está esforzándose por ofrecer servicios que faciliten el que los estudiantes no se ausenten por causas externas.
Las asociaciones que han entablado con líderes religiosos e iglesias, los eventos comunitarios, los emblemas escolares que tienen un impacto en el estudiantado y la programación educativa son el motor del reciente éxito de las escuelas.
También existe la prioridad del bienestar emocional de los maestros y los directores, hacerlos sentirse apoyados conforme guían a los estudiantes día con día, dijo Stewart.
Para quienes tienen un interés personal en las escuelas del sur de Dallas, este momento supera lo académico, pues es un momento de celebración y un atisbo de esperanza para la comunidad.
“Cuando pienso en nuestro legado en el sur de Dallas, pienso en ser como una luz para los estudiantes”, dijo Atkins. “Porque muchas veces los han visto como menos, pero los líderes como nosotros tenemos que sacarlos adelante”.
