De niño, Michael Johnson vivía en una casa en Seattle situada sobre una colina cerca del aeropuerto internacional de King County, mejor conocido como Boeing Field.
Desde su ventana, veía levantar el vuelo aviones Boeing 747, apodados las “reinas del cielo”. Cada noche, las pruebas de motor sacudían las ventanas de su casa, pero para Johnson, no era solo ruido. Era el comienzo de su larga pasión por la aviación, la cual comparte hoy con sus estudiantes del Instituto de Profesiones del Norte.
Johnson recuerda cuando comenzó la formación de vuelo en la universidad, llevando a la vez sus cursos y sus lecciones aéreas. Pagó la formación trabajando como agente de rampa para Delta Airlines, y ayudó con las operaciones en tierra guiando a los aviones hacia las puertas y cargando las bodegas.
“Cuando estaba en la escuela de vuelo, me encantó la experiencia de aprender y obtener mis horas para prepararme para el examen”, dijo Johnson.
Empezó a trabajar como auxiliar de vuelo, viajando entre Dallas y Nueva York mientras terminaba su licenciatura en la Universidad de Texas en Arlington. A lo largo de los años, Johnson ha sido dueño de varios aviones y ha trabajado como contratista para Southwest Airlines e instructor de pilotos para Envoy Air.
“Pasado un tiempo, me convertí en el desarrollador de currículum para el departamento de vuelo de Envoy”, dijo Johnson. “Creé ‘software’ de capacitación para pilotos, obtuve aprobaciones para programas y actualicé los sistemas de capacitación computarizados de la oficina central”.
Su carrera en la aviación lo ha llevado a todos los rincones del país. Asimismo, completó su maestría en administración de empresas con concentración en operaciones de aerolíneas en la Universidad de Texas en Dallas.
En el instituto, Johnson enseña tres clases y guía a los estudiantes por la historia y la ciencia del vuelo. Además, los prepara para la gran variedad de carreras que podrían obtener en la industria. Él los anima a unirse a organizaciones como Civil Air Patrol para experimentar el vuelo de primera mano.
“Les enseño más que aviación. Quiero formar su carácter”, dijo. “Les recuerdo que la integridad es hacer lo correcto aun cuando nadie los vea, y el carácter es hacer lo correcto cuando todos los ven”.
Fuera del salón, Johnson crea oportunidades únicas para estudiantes afroamericanos de aviación.
Es voluntario de CRP Future Pilots, organización sin fines de lucro fundada por un miembro del Cuerpo de Marines de EE. UU., y colabora con Calvin Spann, un piloto de Tuskegee, para lanzar programas y formaciones de aviación en varios distritos escolares de Dallas-Fort Worth.
“Fue un gran honor para mí conocer y ser amigo de un piloto de Tuskegee. Él fue piloto de caza, uno de los pocos provenientes del área de Dallas-Fort Worth. Eso fue una inspiración para mí”, dijo Johnson, reflexionando sobre su impacto en la comunidad.
Johnson pasó a fundar su propia organización sin fines de lucro, The North American Aerotech Academy, que continúa acercando a cientos de estudiantes a profesiones en la aviación.
Las oportunidades en este ámbito siguen creciendo para los estudiantes a través de programas en el Instituto de Profesiones del Norte, el Instituto de Profesiones del Sur y en Skyline High School.
“Para Dallas ISD, ofrecer aviación en las escuelas así como han hecho es fenomenal”, dijo Johnson. “Contar con instructores que son pilotos y profesionales certificados por la Administración Federal de Aviación es un gran beneficio para los estudiantes. Me siento honrado de estar aquí. No hay mejor programa que el que tenemos en esta escuela”.
