Katherine Leiva recuerda la primera vez que entró a un salón en Estados Unidos a los cinco años.
Luego de mudarse de El Salvador, se encontraba en Virginia, donde la educación bilingüe era prácticamente inexistente. Se vio rodeada por un idioma que no entendía, en el que cada palabra se sentía rara y ajena.
“Te aventaban a inglés sin más”, dijo. “Sufrí una gran desconexión de mi cultura. Era español en casa, pero inglés en todos los demás lugares”.
Hoy, como maestra de sexto grado en Annie Webb Blanton Elementary School, Leiva guía a sus estudiantes por los mismos desafíos que ella alguna vez enfrentó.
“Se siente bien ser esa persona con la que pueden hablar en cualquiera de los dos idiomas porque cuando era pequeña, la escuela y la casa eran dos lugares separados”, dijo Leiva.
Ximena N. y Camila R. han sido estudiantes de Leiva durante dos años.
“Me gusta mucho cómo enseña y trata todo lo posible por que entendamos, aun cuando no entendemos de primero”, dijo Camila.
Como estudiantes de sexto grado, valoran las habilidades bilingües de su maestra y el hecho de que realmente le importan sus estudiantes, pues esto ha tenido un gran impacto en sus vidas.
“Me encanta la Sra. Leiva. Es una de las mejores maestras que he tenido”, dijo Ximena.
El primer año en que Leiva enseñó quinto grado, el 68 por ciento de sus estudiantes aprobaron el STAAR. En el año 2024–2025, ese número subió a 81 por ciento, con un 54 por ciento de estudiantes que alcanzaron los niveles de “meets” o “masters”. En todo el distrito, los resultados de 2024–2025 revelaron que los estudiantes bilingües emergentes en Dallas ISD rindieron mejor que sus compañeros del resto del estado en la categoría “todas las materias y grados”.
Leiva dice que sus mentores jugaron un rol importante al formar su manera de enseñar y en cuanto al éxito de sus estudiantes en el STAAR. Desde entonces, ha desarrollado un sistema que se centra en la constancia y en la fijación de metas.
“Hay que empezar con la meta en mente”, dijo. “Yo tomé el STAAR, así que sé cómo es. Pero más que nada, es la constancia. No es una cosa de la noche a la mañana”.
Menciona el ejemplo de las respuestas largas, que son ensayos que redactan los estudiantes en el STAAR.
“Tardaron meses en poder redactar uno. Al principio, les daba hojas de apoyo con la primera parte de las oraciones. Poco a poco, las fui retirando hasta que pudieron hacerlo ellos solos”.
Para los maestros que no hablan el idioma natal de sus estudiantes, Leiva recomienda crear un ambiente acogedor.
“Los estudiantes en vías de ser bilingües a veces se sienten cohibidos o nerviosos de alzar la voz”, dijo. “Hay que asegurarse de que estén cómodos. Saben comunicarse, solo que necesitan sentirse seguros para hacerlo”.
Leiva se enfoca en crear un legado que se mida en logros cada vez más grandes.
“Quiero que más estudiantes alcancen niveles altos en el examen”, dijo. “Quiero verlos triunfar en sus estudios, es lo que me emociona”.