“Pedregoso el camino que pisamos, amarga la vara castigadora. Se sintió en los días cuando la esperanza sin nacer murió”.
Estas palabras del Himno Nacional Afroamericano hablan del camino de la resiliencia que generaciones de estudiosos, educadores y líderes afroamericanos han trazado.
Entre los pasos decididos de los estudiantes que caminaban por calles Cochran y Hall en la década de 1890 para ir a la Colored School No. 1, a la que debía asistir la juventud afroamericana, y los pioneros que dan forma a Dallas ISD en la actualidad, el camino nunca ha sido fácil. Aun así, las semillas sembradas hace tiempo siguen dando fruto.
Toda historia tiene un principio. Durante 58 años, Colored School No. 1, que abrió sus puertas en 1891 y se conocería como Wright Cuney School a principios del siglo XX y Benjamin Franklin Darrell en 1922, sirvió como la base de algunos educadores y líderes comunitarios afroamericanos influyentes de la época. Algunos los consideran los “primeros de los primeros”.
Fueron muchos los pioneros que caminaron por aquellos pasillos, y sus pasos han dejado un sendero para las próximas generaciones.
- Dr. J. Leslie Patton Jr. — superintendente adjunto de Dallas ISD, el primer educador afroamericano en recibir un cargo administrativo superior en Dallas ISD.
- Priscilla McGaughey — consultora de Dallas ISD que estableció las primeras diez clases de prekínder.
- L.A. Bedford Jr. — Primer juez afroamericano en la historia del condado de Dallas.
- Raymond Hollie — técnico de fútbol americano en Booker T. Washington High School
- Fred Finch Jr. –– abogado, líder de derechos civiles y fundador del periódico “Dallas Examiner”
- Mable Chandler — consejera en Booker T. Washington High School
- W. Timothy Beckett — director de las primarias Phyllis Wheatley, Paul Dunbar y Albert Sidney Johnston.
“De cara al sol naciente al nuevo día, marchemos hasta ganar la victoria”.
Cada mañana, las familias afroamericanas miraban el sol nacer, depositando su fe en la promesa de un mejor futuro. Guardaban la esperanza de que cada nueva generación daría grandes pasos adelante.
Así como aquellos que sentaron las bases, hoy en Dallas ISD, ese mismo espíritu de resiliencia está en plena forma, pues los estudiantes lo llevan adelante decididos a dar forma a sus futuros.
Jamiyah P., de cuarto grado en William Lipscomb Elementary School, no solo es líder de su generación, sino también pionera en su comunidad escolar. Se siente orgullosa de ser la primera cocapitana afroamericana del equipo de porristas, y de ser embajadora estudiantil y tutora, todo sin descuidar sus compromisos académicos y extracurriculares.
Su liderazgo va más allá de sus títulos, pues fue esencial al momento de preparar a los porristas para ganar un reconocimiento durante la competencia del distrito en diciembre.
Asimismo, Jamiyah ha obtenido reconocimientos en competencias de la UIL luego de demostrar su excelencia académica y deportiva.
“La honestidad, la valentía y el ayudar a los demás son de lo que está hecho un gran líder”, dijo. “Creo que el éxito siempre es posible con el esfuerzo y la confianza en uno mismo”.
Su dedicación al éxito, así como su capacidad de inspirar a otros, representan el verdadero espíritu de la perseverancia y el cambio.
Ya sea en los salones de clase o en los campos de deportes, los estudiantes de Dallas ISD siguen superando barreras, retándose tanto a ellos mismos como al mundo a su alrededor.
En un mundo lleno de incertidumbre, el distrito continuará siendo el semillero de los líderes del futuro, arraigado en el legado de quienes los antecedieron.