Geovanny N. está sobresaliendo en Thomas Jefferson High School.
“Esta es la escuela que me va a preparar para la universidad”, dijo. “Quiero que las personas más jóvenes que yo vean que hay una oportunidad de mejorar y educarse”.
Geovanny, quien fue estudiante en una escuela privada anteriormente, se matriculó en Thomas Jefferson porque la escuela ofrecía una variedad más amplia de oportunidades de crecimiento académico y personal que su antigua escuela.
Ahora que está en Thomas Jefferson, Geovanny aprovecha cada oportunidad que puede, ya sea participando en clubes o deportes o apuntándose para programas y clases que lo prepararán para la vida después de la graduación.
“Algunos de mis familiares no se graduaron de la preparatoria, así que yo quiero enseñarles a mis primos que sí es posible”, dijo.
Geovanny es uno de tantos estudiantes que se cambiaron de una escuela privada a Thomas Jefferson para continuar sus estudios.
Es parte de una iniciativa de reclutamiento intencional dirigida por David Newhouse, maestro de Historia Mundial y Geografía Humana AP. Los últimos tres años, Newhouse se ha reunido con posibles estudiantes nuevos y sus familias para mostrarles las oportunidades que ofrece la escuela.
Cuando empezó a reunirse con las familias, Newhouse se dio cuenta de que muchos tenían un mal concepto de Thomas Jefferson. Para contrarrestarlo, encontró una manera innovadora de presentarles la escuela: a través de los ojos de un estudiante.
“Tenemos que enseñar a los padres lo que es nuestra escuela. No podemos nada más decirles con un volante, o darles un panfleto. No necesariamente nos van a creer”, dijo.
Su solución proactiva fue crear un programa de observación en que los estudiantes de Thomas Jefferson conducen a los posibles nuevos estudiantes por un día en la escuela. Similar a una visita universitaria, los participantes pasan un día completo en Thomas Jefferson y conocen la escuela mientras asisten a clases.
Cada día de observación se personaliza según cada visitante.
Para preparar el día, Newhouse se reúne con los estudiantes para hablar de sus intereses y los pone en pareja con un estudiante de Thomas Jefferson cuyas metas son similares. Así, los posibles alumnos pueden visitar una clase que les guste.
“Creo que lo verdaderamente único del trabajo del Sr. Newhouse es que se incorpora en los grupos de padres para conocerlos a ellos y a los jóvenes mejor”, dijo Benjamin Jones, director de Thomas Jefferson. “El esfuerzo se trata de conocer a fondo a las familias y los jóvenes. ¿Qué les preocupa?, ¿qué es lo que buscan? Y luego emparejarlos con intención con un estudiante que también está teniendo esa experiencia”.
Los resultados hablan por sí solos. Conforme más gente se enteraba del programa, cada día por cuatro meses, venía al menos un estudiante a la escuela a observar, dijo Newhouse.
Según los datos de inscripciones, en el año escolar 2021–2022, no hubo ningún estudiante que había venido de una escuela privada. El año siguiente, ese número subió a 17 %. Ahora, en el año 2024–2025, el 28 % de los estudiantes vienen de una escuela privada.
Kassandra T., de noveno grado, dijo que el día que fue a observar le dio una idea de qué esperar como estudiante en Thomas Jefferson.
“Me abrió los ojos. Fue un día normal y me gustó mucho lo cómoda que me sentí”, dijo. “Me ayudó con los nervios del primer día de clases porque ya sabía qué esperar”.
Ahora, a unos meses desde que empezó en la nueva escuela, Kassandra dijo que una de sus cosas favoritas es la variedad de actividades extracurriculares en las que puede participar.
“Me gustan los clubes. Me gustan mucho el de ajedrez y el de simulacro de juicio”, dijo. “Simulacro de juicio es muy divertido porque aprendes mucho, y son cosas que podrías usar en el mundo real. Aprendes habilidades reales”.
Los estudiantes inscritos en Thomas Jefferson después de su día de observación ahora sirven de mentores para aquellos que vendrán a la escuela para su día de observación.
“Es gratificante que los estudiantes se involucren y se sientan empoderados para jugar un rol en este programa”, dijo Newhouse. “Necesitamos que los estudiantes hablen con otros estudiantes. Si no, somos puros adultos predicando”.
Citlaly B., de 10.º grado, es una de ellos. Después de su día de observación, se volvió mentora y le gusta llevar a los posibles estudiantes nuevos a conocer la escuela.
Cuando fue a observar, Citlaly, quien participa en banda, teatro y arte, pudo tomar una clase de banda moderna y conocer al que sería su maestro de banda.
“Las personas con las que hablé, y visitar la escuela, me interesaron”, dijo. “Eran muy amables y pude hablar con ellos fácilmente. Fueron muy simpáticos conmigo”.
Citlaly iba a una escuela privada y dijo que estaba sopesando sus opciones cuando conoció a Newhouse. Su orientación fue lo que distinguió a Thomas Jefferson de los demás.
“Me guio por cada paso del proceso, y estuvo ahí para mí. Esa amabilidad me mostró que TJ no estaba tan mal”, dijo. “Cuando vine a observar, me reuní con él primero, y vino conmigo a conocer a los maestros. Fue muy amable de su parte”.
La estudiante a quien observó, y las personas que conoció a lo largo del día, fueron lo que la ayudó a tomar la decisión de inscribirse en Thomas Jefferson, dijo Citlaly.
“Él [Newhouse] me juntó con estudiantes que me parecen increíbles. El grupo de teatro fue muy amable conmigo, y sentí una calidez. Me pude ver aquí”, dijo Citlaly.