Uno podría afirmar que Andrés Rodríguez, maestro de música, puede hacerlo todo. Entre sus numerosos papeles está enseñar banda, entrenar al equipo de deportes electrónicos, presentar un pódcast y tocar como músico profesional que enfatiza la riqueza de la cultura hispana.
Su camino empezó cuando se unió a la orquesta y al coro de su primaria y continuó sus estudios musicales en preparatoria. Rodríguez hoy enseña a estudiantes de prekínder a quinto grado en Arturo Salazar Elementary School, donde empezó a trabajar en 2020. Si bien ha tocado música toda su vida, ser maestro no era su plan original.
No ocurrió hasta que empezó a estudiar Psicología en Tarrant County College y obtuvo trabajo como asistente de la banda de marcha en la preparatoria de la que se había graduado. Este trabajo voluntario consistió en ayudar a los nuevos ingresados a la banda a aprender a marchar, dijo. Mientras también ayudaba a los estudiantes mayores a desarrollar sus dotes de líder, descubrió que le iba bastante bien en ese rol y lo disfrutaba.
Continuó sus estudios en la Universidad del Norte de Texas, la cual es reconocida por ofrecer un programa musical de altísima calidad. Los instrumentos principales de Rodríguez son la tuba y la percusión, pero sabe tocar y enseñar varios instrumentos más.
Rodríguez, quien es mexicoamericano, se asegura de que sus estudiantes se sientan confiados enseñándoles sobre su rica herencia cultural, algo que dijo ser muy relevante en Salazar donde la mayoría de los estudiantes son hispanos.
“Enseñar sobre nuestra cultura e incorporarla en la manera occidental de aprender música es muy importante porque algunos de mis estudiantes no hablan inglés”, dijo. “Algunos están aprendiendo inglés en su clase de ESL, y el poder aprender una canción, sea en inglés o en español, es algo que todos podemos hacer”.
Rodríguez siente que integrar la cultura, como la cultura hispana, es una manera para que los estudiantes se relacionen uno con otro y celebren lo que los hace únicos. Es una forma de empoderarlos vinculándolos con su herencia, dijo Rodríguez.
“Me parece que eso ayuda a que la cultura crezca, además del respeto por el lugar de donde uno viene o de donde viene la familia de uno”, dijo.
Para que los estudiantes no pierdan su identidad, a Rodríguez le gusta reconocer lo que los hace únicos. Además de aprender canciones, aprenden la historia detrás. Un ejemplo sería la historia de las canciones “La raspa” y “La cucaracha”.
“La mayoría han oído hablar de ellas, pero ¿cuál es el significado histórico de estas canciones?”, dijo Rodríguez.
Rodríguez empezó a dar clases en Dallas ISD durante la pandemia y usó sus talentos para crear videos de YouTube para mantener activos a sus estudiantes. También recibió subsidios para costear las necesidades de su programa de música, que incluye una banda moderna y una línea de tambores. Gracias a esos subsidios, sus estudiantes cuentan con instrumentos de banda de marcha.
“Aprendemos todas las cosas que uno aprendería en una línea de percusión de preparatoria, pero a un ritmo al que los niños puedan realmente captar el contenido y desenvolverse”, dijo Rodríguez.
Uno de sus logros es estar entre los tres finalistas para el Premio Maestro de Música del Año 2024 de la Orquesta Sinfónica de Dallas. Si bien actualmente Rodríguez no da clases de instrumentos de cuerda, dijo que los jueces probablemente sintieron una conexión ya que les enseñó ukelele a sus estudiantes, lo que incluyó el uso de cuerdas y posicionamiento manual —cosas que hacen los músicos de cuerda. Además de los subsidios, premios y reconocimientos, Rodríguez es consciente de que la importancia de la música va mucho más allá.
“Es conocimiento musical”, dijo. “Es aprender los valores de las notas y todos los matices clave de la música. Pero antes de que los estudiantes hagan eso, deben aprender a leer para memorizar la letra de una canción, y deben saber matemáticas porque se cuenta mucho en música”.
Rodríguez piensa seguir retando a sus estudiantes y formando a estos jóvenes músicos con la esperanza de que se vuelvan líderes que irrumpirán en el mundo con plena confianza.