Sara Ramírez, maestra de ciencias en Centro de Educación Ambiental, ha pasado 13 años acercando a los estudiantes a la naturaleza, ya sea guiándolos en excursiones o enseñándoles sobre las ciencias ambientales, terrestres y espaciales.
Para Ramírez, quien se graduó de Dallas ISD, ser maestra de entomología es como cumplir con su destino.
Ramírez asistió a Casa View Elementary School, Henry W. Longfellow Career Exploration Academy y School for Health Professions at Yvonne A. Ewell Townview Center. Su pasión por las ciencias y la vida silvestre la llevó a Texas A&M University, donde se licenció en Ciencias Silvestres y de la Pesca.
A pesar de que se mudó al este de Texas para dejar atrás la vida típica de una ciudad, Ramírez encontró el trabajo de sus sueños en el Centro de Educación Ambiental, el cual está rodeado por una fauna diversa y paisajes naturales.
“Me encanta venir a trabajar todos los días y ver con qué animales nuevos me encontraré”, dijo Ramírez al recordar sus encuentros con venados, cerdos, mapaches y otros.
Cuando era niña, sus padres jugaron un rol importante en fomentar su amor por los animales y la naturaleza. Ver National Geographic y “Planet Earth” con su padre, explorar parques estatales y observar a varios animales en casa impulsó su curiosidad y pasión por las ciencias. El ánimo que le dieron sus padres le permitió ensanchar sus conocimientos sobre el mundo natural, lo que sentó las bases de su futura carrera.
“Mi recuerdo favorito de mi infancia en Dallas ISD es el de un paseo que dimos al Centro de Educación Ambiental. Lo visité con mi clase de octavo grado de Longfellow Middle School”, dijo Ramírez.
Ramírez es la primera en su familia inmediata en obtener un título universitario y se siente orgullosa de ser “aggie”, o exalumna de Texas A&M University.
Si bien le encanta aprender, Ramírez nunca se vio como educadora. Aunque sus compañeros predecían que algún día sería maestra, en un inicio quiso ser veterinaria. Sin embargo, sus experiencias en la clínica la hicieron ver su preferencia por el trabajo al aire libre y la llevaron a profesiones en el campo de las ciencias medioambientales.
Fue mientras estudiaba en la universidad que descubrió su amor por la docencia. Ser voluntaria con The Wildlife Society le permitió educar al público sobre la naturaleza y ver lo alegres que se ponían todos al aprender sobre animales, lo cual la alegró a ella también. Esta nueva pasión la llevó a querer ser maestra y a obtener certificaciones para enseñar agricultura y ciencias de la vida.
“El Centro de Educación Ambiental fue perfecto para mí y es mi trabajo de ensueño”, dijo Ramírez.
Sus diversas experiencias, que incluyen un periodo de tiempo que pasó inesperadamente en entomología, han enriquecido su enseñanza. El trabajo con especímenes de insectos en Texas A&M fue su primera incursión en el fascinante mundo de los insectos, que hoy en día es una materia que comparte con sus alumnos. Su recuerdo favorito de su trabajo en Dallas ISD es de una misión colaborativa de rescate de peces, lo que resalta la naturaleza práctica y comunitaria de su trabajo.
La Iniciativa de Excelencia Docente ha tenido un profundo impacto en la carrera de Ramírez, y la ha llevado a crecer profesionalmente. Este sistema la motivó a redactar solicitudes de subsidios y propuestas para conferencias y, además, a conocer a otros educadores, lo que ha expandido su influencia más allá del salón de clase. Presentar en conferencias y compartir sus ideas se ha convertido en un aspecto gratificante de su carrera.
Su compromiso con la educación abarca a los estudiantes de cuarto grado que participan en el programa de ciencias del verano, durante el cual enseña entomología. A través de actividades prácticas, los estudiantes aprenden sobre el ciclo de la vida de los insectos y los métodos de recolección científica, fomentando así una conexión positiva con la naturaleza.
“El propósito de estas exhibiciones y de esta clase es educar a los demás sobre los insectos y su importancia”, dijo Ramírez, con miras a inspirar a los próximos ambientalistas.
Al llevar una vida ocupada, Ramírez a menudo se recuerda que debe tomar un respiro, cosa que la ayuda a manejar el estrés y mantener una conciencia plena. Su dedicación a los estudiantes y su pasión por la naturaleza siguen inspirando a quienes la rodean, dejando un impacto duradero en la próxima generación de ambientalistas.
El Centro de Educación Ambiental, donde Ramírez prospera, ofrece excursiones gratuitas para estudiantes de Dallas ISD, proporcionándoles así experiencias educativas enriquecedoras al aire libre.
Para más información, visite el Environmental Education Center.