Gracias a su pasión que va más allá incluso de su salón de clases, Rex Lees, maestro en Emmett J. Conrad High School, es una inspiración para sus estudiantes.
Lees fomenta el amor por la educación STEM en su comunidad y, bajo su liderazgo, el club de robótica de la escuela, RoboChargers, ha empezado a realizar distintos proyectos, como la campaña RoboChargers for All.
La campaña promueve la inclusión y la diversidad en la robótica y en STEM a través de campamentos especializados dirigidos por mentoras mujeres con el fin de animar a todos y todas las estudiantes a interesarse en el campo de la ingeniería.
“Ofrecemos campamentos de robótica específicamente para chicas y estudiantes no binarios dirigidos por mentoras mujeres para demostrar que cualquier persona puede convertirse en un gran ingeniero”, dijo Lees.
El equipo también es campeón por segundo año consecutivo de la competencia UIL estatal de robótica For Inspiration and Recognition of Science and Technology (“Para la inspiración y el reconocimiento de las ciencias y la tecnología”, o FIRST, por sus siglas en inglés).
El camino de Lees en Dallas ISD lo llevó a unirse al renombrado equipo establecido en 2009 y revitalizado en 2013 con el nombre 3005 RoboChargers. El equipo compite en todo el estado e inspira a estudiantes de orígenes diversos a perseguir carreras en ingeniería y tecnología.“
3005 RoboChargers nació por la falta de trabajadores expertos en tecnología en el área de Vickery Meadows y los alrededores”, dijo Lees. “Nuestro objetivo no es solo ganar competencias sino también entusiasmar a los alumnos con la educación STEM, particularmente en Dallas”.Para Lees, la educación no es solo una profesión: es un legado familiar.
“La educación la llevo en la sangre”, dijo. “Todos mis abuelos fueron educadores, y mi mamá aún lo es. Ambas abuelas fueron maestras de matemáticas reconocidas a nivel nacional en su época”.
Las actividades del club son tan diversas como sus integrantes, e incluyen diseño asistido por computadora, programación, fabricación y compromiso comunitario. Otro factor importante de las actividades del club es la colaboración con organizaciones y profesionales externos.
“Contamos con más de 10 profesionales de varios campos que dan su tiempo para trabajar con los estudiantes”, dijo Lees. “Desde fabricación hasta programación, los estudiantes acumulan experiencia invaluable de estas sociedades”.
A través de la experiencia práctica y los mentores, los estudiantes adquieren habilidades y conocimientos esenciales para sus proyectos a futuro.
“Tienen acceso directo e interactúan con profesionales a medida que resuelven problemas juntos”, dijo Lees. Algunos de los voluntarios del club vienen de Texas Instruments, REC Robotics y Cisco.
El impacto del club va más allá de las habilidades técnicas. Lees nota una transformación en la actitud y el comportamiento de los estudiantes.
“Muchos empiezan introvertidos y callados”, dijo. “Pero a lo largo del programa, desarrollan confianza en sí mismos y en sus habilidades”.
El camino de la robótica no ha carecido de obstáculos. Ya que la pandemia forzó al club a reiniciarse, Lees y un grupo de estudiantes empezaron de cero el año escolar 2021–2022. El club ha crecido exponencialmente desde entonces, y ha fomentado una cultura de colaboración e inclusión.
Cuando Lees reflexiona sobre su tiempo en Dallas ISD, se echa de ver su pasión por la educación y la robótica.“
Ver el éxito de los estudiantes y su entusiasmo por la educación STEM es mi recuerdo favorito”, dijo.