La corona de la piña no es típicamente considerada comestible, pero para Kai T., es una oportunidad más de diversificar su paladar y tomar un paso hacia la carrera de sus sueños de ser saborista.
Hoy, estudia artes culinarias en Franklin D. Roosevelt High School, un paso importante hacia sus objetivos profesionales. Define al saborista como alguien que fusiona artes culinarias y química para perfeccionar los sabores artificiales y crear unos nuevos.
“Siempre fui un gran fanático de las ciencias, y cocinar es la manera más fácil de hacer un experimento científico en casa”, dijo Kai. “Solía cocinar todos los días para tratar de aprender algo nuevo y, muchas veces, me salía muy bien”.
Kai experimenta con la comida bajo la dirección del chef Lorenzo Foster, quien maneja el programa de artes culinarias desde hace casi dos años.
Foster les enseña a Kai y a sus compañeros de clase a llevar una cocina de calibre comercial al observar demostraciones culinarias en clase, catar frutas y verduras y ponerse a prueba con instrumentos de cocina profesionales. La clase aprende asimismo la importancia de mantener la cocina sanitaria para cumplir con las normas oficiales.
Entre pizzas, galletas, hamburguesas y pasta, los estudiantes aprenden a preparar comidas de cuatro platos al tiempo que completan una certificación de gerente ServSafe, la cual les permitirá empezar a trabajar en puestos medios después de graduarse. Los estudiantes de culinaria también tienen programado participar en el club de jardinería escolar cultivando frutas y verduras, en competencias y en el Mustang Café cuando abra sus puertas.
“La cocina es un pasatiempo y una habilidad vital porque es una oportunidad de probar comidas de todo el mundo desde la comodidad de su casa”, dijo Kai.