Al caminar por los pasillos de Sylvia Mendez CREW Leadership Academy, se puede encontrar un colorido mural de mosaico hecho por los estudiantes con el mensaje de “Cuatro casas, un EQUIPO”, del cual se sienten muy orgullosos las clases de arte de la maestra Mary Vongvivitpatana.
Inspirada por el sistema Ron Clark, Sylvia Mendez es una de las escuelas de Dallas ISD que tiene implementado el sistema de casas.
Vongvivitpatana dice que el proyecto del mural de mosaico, que se realizó a lo largo de varias semanas, inspiró unidad y creó un sentido de comunidad entre los estudiantes. El mosaico, compuesto de diminutos cuadritos reducidos a una pulgada, es en lo que trabajaron los estudiantes para crear el mural de 60 por 30 pulgadas.
“Los estudiantes aprendieron que con su pequeña participación en algo lograron marcar una gran diferencia”, dijo Vongvivitpatana”.
Aunque fue Vonvivitpatana quien construyó el mural gracias al uso del silicon, los estudiantes vieron como cada casa del mural se iba formando poco a poco y también observaron como cada uno de los cuadritos que creaban se convertía en parte del gran esquema de las cosas.
Estudiantes de segundo a quinto grado trabajaron en el mural.
La artista y animadora estadounidense Mary Blair, quien trabajó extensamente para Disney en las décadas de 1940 y 1950, inspiró el mural. Blair, a quien se considera una de las pioneras de la animación femenina, trabajó en películas como Alicia en el País de las Maravillas. La artista es conocida por utilizar muchos patrones y figuras geométricas en su arte.
Inspirados por sus obras de arte, cada estudiante hizo un cuadrito en papel de plástico Shrinky Dink y eligió uno de los diseños de Blair para el cuadrito de mosaico que crearon.
Un descubrimiento que surgió durante el proceso fue darse cuenta de que Vongvivitpatana necesitaba algo para rellenar algo de espacio en el mural. Encontró unos azulejos adhesivos de espejo, como los que se encuentran en las bolas de discoteca, y empezó a colocarlos en el mosaico. Se dio cuenta de que, cuando empezó a colocarlos, los estudiantes empezaron a conectar con el arte.
“Pensé que los niños necesitaban verse a sí mismos en el arte. Fue un accidente afortunado”, dijo Vongvivitpatana. “Al principio no fue intencional y tuvo un significado aún más profundo que los niños pudieran verse a sí mismos en las casas”.
Vongvivitpatana también dice que este tipo de proyectos no sólo inculcan orgullo y autoestima en sus alumnos, sino que también contribuyen a que triunfen. Dice que algunos alumnos pueden tener dificultades en clase, pero descubren su talento en el arte o quizá intentan algo que no sabían que podían hacer bien, y es esa sensación de logro lo que les hace muy felices.
Una de las mejores lecciones de este proceso, según Vongvivitpatana, es que los estudiantes están muy motivados por la obra que crearon.
“Un alumno dijo que iba a pedirle a su padre que visitara la escuela para tomarse una foto delante de su casa”, dijo Vongvivitpatana. “El hecho de que los alumnos lograron conectar con el arte y aprender que el arte puede ser una forma de comunicarse entre ellos y con su comunidad fue absolutamente maravilloso”.