The Beat entrevistó a maestros expertos de todo el distrito con el fin de compartir sus historias e introspecciones sobre sus carreras, incluyendo consejos para la docencia. Le presentamos a la maestra experta Chantrelle Lovett-Andrews.
Chantrelle Lovett-Andrews, maestra experta designada en Umphrey Lee Elementary School, nació y creció en Fort Worth. Hoy trabaja en Dallas ISD luego de haber asistido a una feria de trabajo en julio de 2002, donde fue contratada enseguida por la directora Rachel George en Julia C. Frazier Elementary School.
Hoy, en su 22.º año en Dallas ISD y con un total de 27 años en la educación, afirma que su trayectoria académica se la debe a su madre.
¿Qué te llevó a ser maestra?
Mi madre te diría que he sido maestra desde que era pequeña. De niña, jugaba a enseñarles a mis hermanitos todo lo que sabía, incluso cuando eran desaciertos. Ella y mi papá aún me dicen “te lo dije” todos los días porque sabían que sería maestra cuando fuera grande.
Nunca pensé en ser educadora. Mi mente estaba puesta en ser agente de libertad condicional para jóvenes para así cambiar vidas. Mientras completaba mi licenciatura en Justicia Penal, mi madre me sugería siempre tomar cursos de educación como optativos, pero no le hice caso. Todos merecen una segunda oportunidad, y yo quería ser un medio para que los jóvenes volvieran al camino correcto de modo que tuvieran un futuro mejor.
Pero, desde luego, lo que uno planifica no siempre es el plan de Dios. Como las empresas habían dejado de contratar cuando me recibí, no pude emprender mi camino. Mi mamá me recomendó trabajar de maestra sustituta. Seguí su consejo y me volví maestra sustituta. De eso hace 29 años. Trabajé como sustituta permanente en Fort Worth ISD por dos años antes de empezar la carrera de mi vida como educadora. Supongo que es cierto lo que dicen: ¡una madre siempre sabe lo que es mejor!
¿De qué manera creas oportunidades para los estudiantes?
Yo creo que todos los niños pueden aprender independientemente de la etiqueta que les haya puesto algún médico, los padres, una evaluación o un examen. ¿De qué sirve creer que los niños pueden aprender si uno no les enseña como si fuera así? Si uno le enseña todo a los estudiantes y su expectativa es que aprendan, lo lograrán. Soy una educadora profesional que cree en que debemos llevar más allá las habilidades educativas de los niños para que tengan éxito, que existen las oportunidades de excelencia académica y que el aprovechamiento estudiantil se basa en sus logros y su productividad.
¿Cuál es tu mejor consejo para los docentes?
No hay que hablar, sino actuar. No hay que decir, sino mostrar. No hay que prometer, hay que demostrar. Cada paso que uno dé, ¡hay que darlo con el corazón y por los niños con pasión! Durante la capacitación CILT de este verano, la ilustre superintendente adjunta de Region IV, Tanya Shelton, nos dijo: “¡Su camino es difícil porque la suya es una vocación enaltecida!”. Esa frase permanecerá para siempre en mi memoria.
¿Qué sorprendería a sus estudiantes conocer sobre ti?
Fui líder de tropa de los Boy Scouts of America.
¿Qué es lo que más te inspira de ser educadora?
Ser maestra de educación especial infantil me motiva a dar más de mí para que los estudiantes con discapacidades reciban una experiencia educativa tan rigurosa como la de sus compañeros. Los niños lo valoran más a uno cuando saben que genuinamente le importan y que uno quiere verlos triunfar. Me da orgullo cuando un padre de un exalumno se contacta conmigo para agradecerme todo lo que hice por su hijo y me da crédito por los extraordinarios logros que sigue alcanzando su hijo años después de haber dejado mi clase. Eso me dem que estoy dejando huella en su vida. Mi vocación es impartir un cambio positivo en la vida de nuestros niños para que algún día sean ciudadanos realizados.