The Beat entrevistó a maestros expertos de todo el distrito con el fin de compartir sus historias e introspecciones sobre sus carreras, incluyendo consejos para la docencia. Le presentamos a la maestra experta Flor Méndez González.
Flor Méndez González, maestra experta en Annie Webb Blanton Elementary School, lleva 20 años ejerciendo como maestra, 11 de los cuales han sido en Dallas ISD. Antes de venir al distrito, vivía en Monterrey, México, y enseñaba en una escuela privada. Un compañero le contó sobre el programa de visa de Dallas ISD, el cual ofrece las opciones del H-1B y el programa de visitantes de intercambio J-1.
Cuando envió un correo electrónico pidiendo información sobre la oportunidad de ser maestra en el distrito, recibió respuesta al siguiente día con un enlace a la solicitud de empleo. Así, dio su primer paso hacia los salones de clase de Dallas ISD.
¿Qué te llevó a ser maestra?
Quise ser educadora porque siempre fue parte del legado de mi familia. Mi madre fue profesora y vi de primera mano la huella que dejaba en la vida de los alumnos. Su pasión por la docencia y las historias que nos contaba de sus experiencias en el salón me inspiraron a seguir sus pasos. Además, siempre tuve un gran amor por el aprendizaje y por compartir el conocimiento.
¿De qué manera creas oportunidades para los estudiantes?
Sé que crear oportunidades para los estudiantes como maestra a nivel de primaria va más allá del salón. Entran el desarrollo personal y académico para prepararlos para un futuro exitoso, así que siempre busco maneras de innovar y adaptar mis métodos de enseñanza para cumplir con sus necesidades. Considero que una de las mejores maneras en que creo oportunidades para mis estudiantes es a través de la instrucción diferenciada. Esto asegura que todos los estudiantes tengan oportunidades de triunfar, independientemente de sus fortalezas o debilidades individuales. También me gusta fomentar en ellos habilidades de aprendizaje que les durarán toda la vida al mostrarles el amor que yo le tengo al aprendizaje, mi entusiasmo por leer nuevos libros y al compartir mis experiencias de aprendizaje mientras los animo a buscar aprender fuera del salón.
¿Cuál es tu mejor consejo para los docentes?
Los maestros tienen muchas responsabilidades. Después de todos estos años en la profesión, mi consejo sería priorizar lograr un fuerte vínculo con sus estudiantes. Establecer un entorno positivo y de apoyo en el aula puede mejorar significativamente su experiencia educativa. Toma el tiempo de aprender sobre los intereses de tus estudiantes, sus estilos de aprendizaje y de dónde vienen. Sabrán que son importantes para ti y los motivará a dar lo mejor de sí.
¿Qué sorprendería a tus estudiantes conocer sobre ti?
Les cuento muchas experiencias personales pero creo que les sorprendería saber que hice mi pasantía de maestro en el Centro Universitario de Idiomas, donde fui maestra de inglés para adultos que eran más de 20 años mayores que yo. Algunos eran profesores en la universidad. De primero era abrumador pero aprendí mucho, ¡y me encantó!
¿Qué es lo que más te inspira de ser educadora?
El profundo impacto que tengo en la vida de los estudiantes es lo que más me inspira. Ver su transformación desde el momento en que entran en mi salón de clases hasta su graduación es una satisfacción increíble. Ver a un estudiante superar desafíos, dominar conceptos complejos o encontrar su voz es un constante recordatorio del poder que tiene la educación. Estar en la misma escuela más de siete años me ha dado la oportunidad de ver a algunos exalumnos en eventos familiares. Cuando me vienen a contar que en secundaria siguen usando una estrategia que les enseñé en tercer grado o que aún recuerdan cuando leímos Matilda como proyecto de lectura, me hace sentir que estoy en el lugar correcto.