Una persona que a los estudiantes y la comunidad de Francisco “Pancho” Medrano Junior High School resulta familiar y simpática es Carlos Rodríguez, profesional de apoyo educativo, quien lleva más de tres décadas trabajando en el distrito. De hecho, su trayectoria como miembro del personal del distrito empezó cuando aún era adolescente.
Rodríguez comenzó su carrera en el distrito en 1992, un año después de graduarse de North Dallas High School, cuando se le ofreció un trabajo en Ignacio Zaragoza Elementary School.
Actualmente trabaja en el Departamento de Inglés como Segundo Idioma en Medrano, pero ha compartido sus talentos en los diferentes puestos que ha desempeñado en el distrito, desde desarrollar un programa de ballet folklórico hasta mejorar las habilidades lingüísticas de los estudiantes recién llegados. A lo largo de los diversos trabajos que ha realizado, Rodríguez ha apreciado cada momento y experiencia y dice que le apasiona mucho lo que hace.
“Me gusta que los estudiantes se lleven algo a cambio del tiempo y esfuerzo que dedican a la clase”, dijo Rodríguez. “Quiero que tengan algo que los emocione todos los días, y que se sientan bien por lo que logren, ya sea algo pequeño o un gran triunfo”.
Rodríguez estuvo en Zaragoza Elementary durante unos años antes de convertirse en instructor de ballet folclórico en North Dallas High School, donde permaneció unos ocho años.
Tras su paso por North Dallas, recibió una oferta para trabajar en W.T. White High School, donde tuvo la oportunidad no solo de enseñar baile, sino también de ofrecer apoyo académico a los estudiantes, principalmente en ciencias. Después de pasar otros cinco años en White, Rodríguez se trasladó a Medrano, que se encuentra en el mismo vecindario del noroeste de Dallas donde se crio.
Desde el 2008 Rodríguez trabaja en Medrano, donde ha brindado apoyo educativo a estudiantes que reciben servicios especiales, y actualmente ofrece apoyo a estudiantes cuyo idioma predominante no es el inglés. Rodríguez, quien es originario de Monterrey, México, fue alguna vez estudiante de inglés como segundo idioma y dice que entiende las frustraciones y los retos a los que se enfrentan los estudiantes.
Dice que una de las mayores satisfacciones de su trabajo es ver el crecimiento de sus estudiantes desde el comienzo del año escolar hasta el final, ya que los ve llegar a sentirse más seguros de sí mismos, desarrollar sus habilidades lingüísticas y abogar por sí mismos.
A lo largo de su carrera, Rodríguez ha visto cómo sus estudiantes no sólo han adquirido fluidez y seguridad al hablar, sino que incluso se han convertido en dueños de un negocio, han fundado sus propias compañías de baile —varias de las cuales están en el área de Dallas— y han iniciado sus propias carreras y formado familias. Rodríguez dice sentirse honrado de haber sido parte del camino de sus alumnos.
“Muchos de mis estudiantes han evolucionado y muchos son emprendedores que están abriendo su propio camino como líderes de la comunidad”, dijo Rodríguez. “Uno no se da cuenta de la huella que deja en la vida de los jóvenes hasta que regresan y lo agradecen a uno por estar ahí por ellos. No hay mayor satisfacción que esa”.
El Día de los Profesionales de Apoyo Educativo se celebra el 15 de noviembre en reconocimiento a los miembros del personal como Rodríguez por todo lo que hacen por avanzar el aprendizaje. El día fue celebrado por primera vez en 1987 por la Asamblea Representativa de la Asociación Nacional de la Educación para honrar las contribuciones del personal escolar de apoyo. Haga clic aquí para más información.