Se suele pensar en los maestros como los héroes del salón de clases, pero en ocasiones, son héroes fuera del aula también. Tal fue el caso de Israel Alfaro, maestro de Inglés I en W.H. Adamson High School, quien se encontró recientemente en una situación de peligro en que le salvó la vida al piloto de un globo aerostático.
Alfaro, graduado de Skyline High School y maestro con tres años de experiencia en Dallas ISD, estaba manejando en Crandall de camino a la casa de su hermana cuando vio un globo aerostático en el cielo. Dijo que llamó a su esposa, a quien le fascinan estos globos, para contarle. Mientras estaba en el teléfono, se dio cuenta de que el globo se iba a estrellar.
Alfaro condujo hasta el lugar donde se estrelló, y para cuando llegó, el globo estaba en llamas —había caído sobre el alumbrado eléctrico. Alfaro supo que tenía que actuar rápido así que bajó del auto y corrió hacia el globo para ver si estaba bien quienquiera que estuviera en la barquilla.
Dos hombres que estaban en el carro delante de él también se habían detenido para ayudar a un piloto, cuyas lesiones no le impidieron caminar, a salir del globo. Alfaro preguntó si había alguien más y, cuando dijeron que sí, entró en acción.
Los otros dos hombres llevaban pantalones cortos, por lo que no podían acercarse al globo ardiendo. Pero ya que Alfaro llevaba pantalón largo, se pudo acercar a la barquilla para auxiliar al otro hombre que estaba en peligro.
El rescate resultó difícil ya que, más allá de las llamas extremas que crecían cada vez más, el hombre que aún se encontraba en la barquilla se había roto las piernas y no podía moverse.
Alfaro, con sumo cuidado y rapidez, lo sacó y lo llevó a una distancia segura justo a tiempo. En lo que preguntaba si había más pasajeros, tratando de superar la barrera lingüística con el hombre polaco, uno de los tanques del globo explotó.
Alfaro dijo que fue un momento aterrador, pero que no se percató realmente en el momento de que, si no se hubiera movido tan ágilmente, el resultado habría sido muy diferente para él y para el piloto.
“No estaba pensando en la posibilidad de que el tanque explotara, porque me parecía que eso ya había pasado”, dijo Alfaro. “Si me hubiera tardado tan solo unos segundos más, el tanque habría explotado conmigo y el piloto cerca. En el momento uno no piensa en nada de eso. Pero siento que Dios estaba ahí, y que yo solo era su instrumento”.
Llegó la policía y apartaron al piloto aún más del globo en llamas. Alfaro no lo había podido desplazar más porque sus lesiones le causaban demasiado dolor. El hombre lesionado fue llevado al hospital por helicóptero mientras que el otro piloto fue llevado en ambulancia.
Alfaro se comunicó con ciertas personas para avisarles lo que había sucedido y que no había sufrido ningún daño. Uno de los primeros mensajes que envió fue a su directora, Stephanie Amaya, quien lo había contactado para saber si estaba bien.
“Eso muestra cuánta confianza le tengo a mi directora y lo cómodo que me siento en mi escuela y con mis compañeros”, dijo Alfaro. “No sabía cómo me sentiría el siguiente día, y la contacté porque sabía que si fuera a necesitar apoyo, lo tendría en la escuela. Creo que eso dice mucho de mi directora y de la cultura que está construyendo aquí en Adamson”.
Alfaro regresó a la escuela el próximo día y compartió su experiencia con los estudiantes ya que, la semana anterior, la clase había hablado del poema “Shoe store”, el cual se trata de no dar por sentado ningún momento.
“Parte de la lección es que tenemos que valorar el presente porque no sabemos mañana qué pasará”, dijo Alfaro. “La veracidad de esa lección no podría haber sido mejor comprobada”.
Israel Alfaro tiene el don de estar en el lugar correcto en el momento correcto. Luego de graduarse de Skyline High School, regresó a su natal Puerto Rico a cuidar de su abuela. Fue ahí donde estudió en la universidad y dio clases por 10 años.
De vuelta en Dallas durante una visita en 2020, se enteró de una feria de trabajos que organizaba Dallas ISD en Skyline High School. Conoció a la directora Stephanie Amaya, quien lo contrató como maestro en W.H. Adamson High School