Que una mujer dirija un exitoso departamento de deportes para un distrito escolar grande que ha ganado varios títulos estatales no es la norma. Pero Silvia Salinas, la primera directora ejecutiva mujer del Departamento de Deportes de Dallas ISD, se destaca no solo por estos logros, sino también por fomentar un ambiente positivo y motivador para los futuros líderes.
Salinas considera que lo más importante es hacer que los 1200 entrenadores y los más de 150 miembros del personal de eventos que trabajan directamente con los estudiantes sean el enfoque del departamento. Este año, ese enfoque ha llevado a que el equipo de fútbol americano de South Oak Cliff High School y el equipo de básquetbol de Justin F. Kimball High School ganaran títulos estatales.
“Es nuestra responsabilidad asegurarnos de que los entrenadores se sientan respetados, valorados y que tengan todo lo que necesitan para tener éxito”, dijo Salinas. “Cuando uno cuenta con personas que están prosperando, que se sienten queridas y respetadas, también serán mejores y más sanas personas frente a los estudiantes”.
Salinas lleva 29 años trabajando en la educación, y 25 de ellos han sido en Dallas ISD. Llegó al distrito por primera vez en 1996 y trabajó en Skyline High School, donde enseñó Matemáticas y era entrenadora de campo a través y atletismo. Dejó el distrito por dos años para ser entrenadora y obtener su maestría en Northwestern State University en Natchitoches, Luisiana. Volvió luego al distrito en 2000 y empezó a trabajar como directora adjunta de Deportes en 2004. Se desempeña en su cargo actual como directora ejecutiva de Deportes desde 2019.
Como líder del departamento de deportes de un distrito grande, ¿prevé que más mujeres ocupen cargos de liderazgo de administración de deportes?
A nivel nacional, el porcentaje de mujeres que ocupan estos cargos no es alto, pero en el área de Dallas-Fort Worth, hay bastantes que están tomando roles de liderazgo. Lo que yo animo a las entrenadoras a hacer es que sean líderes donde sea que estén. No tienen que tener títulos para liderar. En esta posición como la primera directora ejecutiva mujer de Deportes en Dallas ISD, tengo la responsabilidad de hacer las cosas bien y de dar un buen ejemplo para que las puertas estén abiertas para las mujeres que vendrán después de mí.
De todos sus logros, ¿cuál es el que más orgullo le da?
Me da mucho orgullo que obtuve mi doctorado. Empecé el programa en 2009, mientras trabajaba como directora adjunta de Deportes. Hice la defensa de mi disertación y me doctoré en diciembre de 2013 de la Universidad del Norte de Texas en Educación Universitaria.
¿Qué consejos o mensaje de ánimo se daría a sí misma de más joven o a alguien más que está siguiendo sus pasos?
En atletismo, ojalá hubiera sabido lo que hoy sé como entrenadora porque creo que habría sido una mejor atleta. Pero mi camino es el que es, y no me arrepiento de nada. Estoy orgullosa de él. Las animaría a hacer conexiones a lo largo de todo, conocer a más personas, aprenderse sus nombres, porque uno nunca sabe cuando va a volver a cruzarse con ellos. Hice un poco de todo eso, y así es como terminé como entrenadora a nivel universitario. Hice conexiones como estudiante de pregrado y como atleta. Me animaría a mí misma y a los demás a seguir haciendo conexiones y no tener miedo de atreverse a correr algunos riesgos.
¿Qué la ayuda a perseverar en momentos difíciles?
Mi fe. Debo seguir centrándome en mi fe. Debo recordar que no tengo que tomar las cosas personalmente, lo que es difícil porque estoy muy dedicada personalmente al trabajo, de otro modo, no llevaría tanto tiempo aquí. Pero creo que, en lo que respecta a los desafíos y las dificultades, debo tomar un paso atrás, volver a centrarme y depender de mi fe. Siempre es bueno tener un amigo o colega que te ayude a tener los pies sobre la tierra y trabajar para tomar las decisiones correctas para los estudiantes y para nuestro departamento.
¿Qué la atrajo al campo de la educación?
Mi mamá y mis abuelos me motivaron mucho respecto a la educación. Tuve suerte. Me crie en la comunidad hispana y tuve la bendición de que mis abuelos le dieran mucha importancia a la educación. No importaba lo que pasara, yo terminaría mis estudios universitarios. Desde un principio sabía que lo iba a hacer. Y ver a mi mamá trabajar en lo que la apasiona me inspiró a hacer lo mismo. No importaba lo que escogiera hacer, lo haría
con todo mi esfuerzo y pasión. Siempre me encantó aprender y me enfoqué en eso. Mi familia me dio las bases, y eso me impulsó siempre a lograr las cosas que quería hacer.
¿Cuál es el recuerdo que más aprecia de Dallas ISD?
Tengo muchos buenos recuerdos. La mayoría diría que son las victorias y los campeonatos, y sí, eso es muy especial y memorable para mí. Pero lo que más aprecio son los momentos en que un entrenador o un estudiante me dieron las gracias por inspirarlos o ayudarlos o por darles un consejo. Es más un sentimiento intrínseco el que siento cuando me dan las gracias o cuando me dejan una nota cuando alguien regresa después de algunos años y dice: “Realmente me ayudó con ciertas cosas”. Simplemente, las conversaciones que tuve cara a cara son lo más memorable para mí.
Tengo esos recuerdos. Quiero ayudar a los entrenadores, y quiero ayudar a los estudiantes, y el camino no será siempre fácil. Vendrán obstáculos. El COVID —cómo olvidar eso. Ser directora durante un año así fue inédito, fue un desafío. Me permití depender de mi fe porque pensé: “¿Cómo lograré que los entrenadores y los estudiantes salgan de esto?”. Tuve que posicionarme enfrente de los demás para dirigirlos en un momento de incertidumbre. Puede que no tengamos todas las respuestas pero vamos a salir adelante juntos. Hay que animar a los demás a continuar y confiar en que veremos la salida.