Durante la pandemia, Demetrius Ethley no estaba seguro de si se jubilaría de su puesto de director de coro en Carter High School. Hoy en día, lleva 13 años enseñando piano funcional, banda moderna, teatro musical, teoría musical y choro. Parte de su inacabable pasión por las bellas artes viene de estar en el programa virtual de lecciones privadas de música, el cual tuvo su inicio el pasado octubre.
El programa virtual permite que los directores nominen a estudiantes que tienen un cierto nivel de competencia para que reciban lecciones privadas gratis por Zoom. Estas lecciones actualmente las dan estudiantes de posgrado o profesores de la Universidad del Norte de Texas, y el año pasado, se dieron unas 250 lecciones a la semana. Esa cifra subió a casi 650 lecciones por semana en 61 secundarias y preparatorias.
Kristin McCloskey, administradora de programas del Departamento de Artes Visuales y Escénicas, dice que lo conveniente del programa es que no hay necesidad de que los padres o tutores legales lleven a sus hijos a las lecciones, muchas de las cuales se dan durante la jornada escolar. El programa virtual también les da la oportunidad a los jóvenes músicos de tener tiempo individualizado con un mentor experimentado.
“Considero que con el programa virtual, a partir del próximo año, empezaremos a ver un verdadero crecimiento. En el campo de la educación, siempre decimos: ‘¿Cómo lo medimos?'”, dijo Ethley. “Es difícil porque uno tiene que medir cómo suena todo el grupo, pero ahora, esta es una forma individual de medir el crecimiento de un estudiante y compartirlo con la comunidad, los padres y los estudiantes mismos”.
Esto es algo que Ethley entiende bien, ya que creció en Fort Worth y dirigió el coro juvenil de su iglesia. Un día que el director no pudo asistir, Ethley empezó a cantar con el grupo, lo cual fue el primer paso que tomaría en su carrera musical. “Fue ahí donde me enamoré del coro porque crecí en la iglesia con góspel e himnos. Luego, iba a la escuela y oía coros y espirituales”.
El antiguo coordinador de estudios corales y de música general en secundarias de Dallas ISD, Mackie Spradley, reclutó a Ethley en el distrito luego de conocerlo en la secundaria cuando era su director de coro. Es este tipo de orientación como mentor que Ethley quiere inculcarles a sus estudiantes si deciden trabajar en la educación musical. Dice que la música es lo que le da vida y no puede imaginar que el coro no triunfe. Su próxima aspiración es que algún día el coro de Carter High School sea el primero en ser invitado a cantar en la Convención de la Asociación de Educadores de Música de Texas.
“No es una meta para mí, sino para que los niños puedan decir que todo el esfuerzo que pusieron se ve porque los invitaron a cantar, no solo en otra ciudad, sino también delante de músicos de todo el estado. Es una de las cosas que le da validez a que haya buena educación musical aquí”, dijo Ethley.