Christina Herrera sufrió de un infarto y fue sometida a una cirugía cardiaca hace dos años. Hoy en día, la maestra de estudios sociales de North Dallas High School está entrenando para su primer triatlón.
“Estaba sudando, tenía palpitaciones irregulares y me faltaba el aire”, le contó Herrera a HealthDay. “La enfermera escolar me dijo que tenía que pedir una ambulancia, pero le dije que iría al hospital luego, que tenía que regresar a mi clase. Me insistió, ‘Tienes que ir ya mismo’”.
Herrera había sido diagnosticada con prediabetes y había antecedentes de diabetes y fallo cardíaco en su familia. En la sala de urgencia, descubrieron que tenía tres arterias obstruidas, lo cual exigió una cirugía de revascularización coronaria triple. También se le informó que sufre de diabetes tipo 2, lo cual duplica su probabilidad de morir de un fallo cardiaco o derrame cerebral, en comparación con personas que no tienen dicha enfermedad, según la American Heart Association.
Herrera tiene un hijo pequeño. Luego de reponerse del incidente, se comprometió a llevar una vida saludable y a mejorar la calidad de su nutrición y bienestar.
Rey Alvarez y Juanita Cano, dos amigos y excompañeros de Herrera (ambos exalumnos de North Dallas High) la inspiraron a retomar el ejercicio. Empezó a correr en octubre del 2018, dos meses después terminó su primera carrera de 5 km, y en diciembre terminó una carrera de 10 km.
También cambió sus hábitos alimenticios. Dejó los refrescos y otras comidas perjudicadoras para las personas diabéticas.
“Desde el incidente, veo la comida desde otro ángulo. Trato de ser intencional con todo. Si quiero una soda, me pregunto si vale la pena que me suba el azúcar en la sangre. No aprendí de un día para otro. Es una oportunidad para volver a aprender sobre nosotros mismos, de ver qué comer y de asegurarme de consultar a mi doctor regularmente”, le explicó Herrera a HealthDay.
La American Heart Association eligió a Herrera para formar parte del grupo de embajadores de Know Diabetes by Heart. Está un grupo selecto de voluntarios que viven con diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Los embajadores comparten sus historias para concientizar y reducir el número de muertes por causa cardiovascular, infartos, enfermedades cardiovasculares y derrames en personas afectadas por la diabetes tipo 2.
“Si no estamos nosotros, nuestros niños estarán solos. Nuestros estudiantes estarán solos”, dijo Herrera al canal de televisión KTVT. “Tenemos que cuidarnos a nosotros mismos primero”.