Cuando se anunciaron las clasificaciones escolares, se informó que Dallas ISD dobló el número de escuelas clasificadas A —de 30 el año escolar 2023–2024 a 60. Entre estas escuelas están presentes Umphrey Lee y Whitney M. Young Jr., dos primarias que anteriormente habían recibido una clasificación de F.
“Yo lo preveía, pero no sabía que lo lograríamos”, dijo Yolanda Knight, directora de Umphrey Lee Elementary School. “Pero nuestra expectativa es siempre estar a la cima. No sabíamos que llegaríamos tan rápido, pero sabíamos que llegaríamos”.
Shabranda Mathis, directora de Whitney M. Young Elementary School, supo a finales de julio que su escuela se enfrentaba a una posible clasificación de F. Determinada a cambiar la trayectoria, se reunió con su equipo en agosto para fortalecer los sistemas educativos, seguir progresando aún más y asegurarse de que la escuela recibiera una B cuando menos.
“Tengo un equipo increíble”, dijo. “Yo me gradué de Dallas ISD, soy de esta zona donde hoy trabajo. Esta es la comunidad de la que vengo. Mi fe en mi escuela y en mi comunidad nunca flaqueó”.
Pasar de F a A en un solo año casi se puede considerar un milagro.
“Les doy todo el crédito a los maestros y sus esfuerzos, a la participación de los estudiantes, a la administración y a los maestros modelo”, dijo Knight. “Creo que hicimos muchas cosas más deliberadamente, como la planificación, las intervenciones, la colaboración y motivar a los alumnos. Nos enfocamos en ellos. Nos aseguramos de que entendieran lo que estábamos haciendo”.
Lee Elementary School está dividida en cuatro “casas”, lo que propicia la colaboración y la competencia que aprovechan los maestros y administradores para animar a los estudiantes. Pasado un tiempo, dijo Knight, los estudiantes tomaron las riendas de su aprendizaje y sus logros. Sabían y les importaba dónde estaban y adónde debían llegar.
Para Young Elementary School, el camino hacia una A empezó con una frase sencilla: “Esta es nuestra temporada de victoria”.
Gracias a la base que sentaron el año pasado, el equipo pudo fortalecer sistemas clave, como el monitoreo de progreso, y se concentró en analizar datos que proveían indicadores críticos de aprendizaje a partir de los cuales se formaba la enseñanza.
“Las personas que no están en la educación no siempre conocen la magnitud de todo esto, el nivel de esfuerzo y el compromiso que requiere”, dijo Mathis. “Todos confiábamos en que esta era nuestra temporada de victoria, que teníamos lo que hacía falta, que podíamos alcanzar la B. Así que pusimos manos a la obra”.
Vistas las clasificaciones divulgadas por la Agencia de Educación de Texas, casi todo Dallas ISD puso manos a la obra el año pasado. Del total de 228 escuelas, 163 (más del 70%) obtuvo una A o B, y casi el 93% fueron clasificadas A, B o C.
“Estos resultados reflejan el firme compromiso de nuestros educadores, estudiantes y familias. Nada de esto es posible sin ellos”, dijo Stephanie S. Elizalde, Ed.D. “Si bien queda más por hacer, estos resultados son una señal clara de que vamos por el camino correcto, y no nos detendremos hasta que cada escuela rinda a un alto nivel. Es lo que los estudiantes merecen, y es el legado que nos hemos comprometido a dejarle a cada uno de ellos”.
Asimismo, estudiantes en todos los grados y materias evaluadas no solo cumplieron con el nivel estatal, sino que lo superaron. Este crecimiento es significativo, sobre todo entre los grupos estudiantiles que históricamente se han enfrentado a desafíos mayores.
En el 80% de las categorías evaluadas, Dallas ISD demostró un crecimiento mayor que el del estado, y los estudiantes afroamericanos, bilingües emergentes y con desventaja económica superaron a sus compañeros del resto del estado en la categoría “todas las materias y grados”.
Ambas directoras coinciden en que superar las expectativas es lo que hicieron en Lee Elementary y Young Elementary. Y que cuando las altas expectativas y la fe en el equipo y en los estudiantes van de la mano con el esfuerzo, no hay escuela que no pueda superar cualquier obstáculo.
“Quiero que se entienda que yo comprendo a la comunidad para la que trabajo”, dijo Mathis. “Nosotros celebramos a los estudiantes por ser quienes son. Tengo un equipo fenomenal, el mejor con el que he tenido el honor de trabajar en toda mi carrera como educadora. Nunca había conocido a un grupo que se siente tanto como una familia que también se responsabiliza uno a otro como lo hace este equipo”.