Con 17 años de edad, la estudiante de Woodrow Wilson High School está trazando su propio legado de amor propio, resiliencia y el poder de hacerse escuchar.
La estudiante de último año en Woodrow Wilson High School nació con síndrome CHARGE, un trastorno genético poco común que afecta la vista, la audición y el crecimiento, lo que la ha llevado a afrontar más retos de lo habitual. En lugar de dejar que esos obstáculos la definan, Delila está reescribiendo su historia y usando su ejemplo para amplificar las voces de aquellos que se sienten diferentes debido a sus discapacidades.
Desde temprana edad, a Delila le ha costado confiar en sí misma. Es parcialmente ciega y fue sorda durante muchos años antes de recibir un implante de conducción ósea, lo cual la ayuda a interactuar mejor con el mundo a su alrededor.
“Era muy difícil entender lo que estaba pasando en el mundo porque era completamente sorda. Las más veces, me daba pena abrirme con la gente”, dijo. “Era muy callada, muy insegura, pero con el tiempo, aprendí a quererme como soy y a enseñarles a los demás que ellos también lo pueden hacer”.
En la preparatoria, Delila se encontró reflexionando sobre su infancia, la cual pasó en gran parte en el hospital y en cirugías. Pensó en todos los momentos que no pudo disfrutar, como el baile de padres e hijas de la escuela, pero también se aferró de los buenos recuerdos: las amistades, las risas y las pequeñas victorias.
Estas reflexiones la inspiraron a ponerle palabras a su vida, palabras que se convertirían en su primer libro titulado “In CHARGE of My Life”. El libro nació de su deseo de ayudar a personas con discapacidades a hacerles frente a sus dificultades, y con la ayuda de su antigua maestra Crystal Sapier, quien transcribió su historia de lengua de señas estadounidense a inglés, su libro se volvió realidad.
“Es asombroso ver su espíritu y su influencia en los demás estudiantes. Les está mostrando que pueden alzarse, confiar en sí mismos y quererse como son”, dijo Sapier.
El libro detalla su niñez, las dificultades médicas que afrontó y la pena de haberse perdido algunos momentos de la vida. A través de sus palabras, Delila abre un espacio en el que otros pueden sentirse tomados en cuenta y empoderados para quererse como son.
“Quiero que los demás sepan que no están solos”, dijo. “No pasa nada si estás batallando, con que no te rindas. Uno puede hacer todo lo que se propone”.
Hoy, a punto de graduarse de Woodrow y asistir a la Universidad del Norte de Texas para estudiar periodismo y negocios, Delila está trabajando en su segundo libro.
La historia de Delila se trata de mucho más que solo la perseverancia. Es el principio de un legado basado en la valentía, la compasión y la firme creencia de que toda voz merece ser escuchada. Con cada página que escribe y cada corazón que toca, Delila prueba que no solo está a cargo de su vida: ella empodera a los demás a tomar cargo de la suya también.