Jamie Contreras lleva más allá el legado de su familia, no solo como director de Gabe P. Allen New Tech Academy, sino también en Oak Cliff y en el oeste de Dallas.
Todos los días camina por los pasillos de la escuela y ve un salón que estaba ahí cuando su padre asistió a la escuela en los años 60 y sabe que está en el lugar correcto.
“Cuando veo a mi alrededor, veo remodelaciones pero también lo original, y se me viene la voz de mi papá”, dijo. “Cuando veo a los jóvenes que están aquí, puedo ver cómo habría sido mi papá. Lo veo en ellos, y quiero que tengan la misma base que él tuvo para tener éxito en la vida”.
En los 21 años que Contreras ha trabajado en Dallas ISD, siempre quiso trabajar en Oak Cliff, donde creció y adonde él y su hermano gemelo, Joseph, quien es evaluador principal de dislexia en Servicios Estudiantiles, asistieron a la escuela.
“Quería permanecer en Oak Cliff y devolverle algo a mi comunidad, pero cuando supe que era Gabe P. Allen, supe que tenía que venir”, dijo Contreras.
Su padre, quien falleció en mayo de 2023, estudió en esa escuela kínder a tercer grado, y su madre, Yolanda, vive cerca.
Unas de las primeras cosas que hizo Contreras al llegar a Allen en septiembre fue encontrar una foto de cómo era la escuela cuando su padre asistió. Colocó la foto entre otras de su esposa, Valerie, maestra de quinto grado en Leslie A. Stemmons Elementary School, sus hijas, Sadie y Madeline, y el resto de su familia. El legado y los vínculos priman en la carrera de Contreras en el distrito, pero también en su vida de estudiante.
Luego de graduarse de Sunset High School, donde jugó fútbol americano y fue presidente del estudiantado, Contreras pensaba que iría a la universidad con la ayuda de una beca deportiva. Más bien, trabajó 40 horas a la semana y asistió a Dallas College con una beca Rising Star, y después le dieron otra beca para terminar su título en la Universidad del Norte de Texas.
Mientras completaba su título, empezó su carrera en el distrito como asistente de maestro de educación especial en L.O. Donald Elementary School. Luego, enseñó en Celestino Mauricio Soto Jr. Elementary School, donde fue nombrado maestro del año de la escuela y maestro experto.
Con el tiempo, se volvió subdirector en Mary McLeod Bethune Elementary School y permaneció ahí por varios años porque trabajar en su comunidad, estar cerca de sus padres y pasar tiempo con sus hijas era una prioridad.
En 2021 tuvo la oportunidad de ser parte del programa LEAD, a través del cual también pudo completar su maestría en UNT, y el año pasado se volvió director residente en Soto.
“Dallas ISD y el programa LEAD invirtieron en mí”, dijo. “Quiero retribuir algo”.
Contreras dijo que sus padres fueron estudiantes considerados “en riesgo”, al igual que él, pero sus hijas no lo son.
“Dan por hecho que algún día irán a la universidad”, dijo. “Rompimos esa cadena generacional. Alguien nos ayudó a romperla, y yo fui el primero en mi familia en recibirme porque alguien me dijo que creía en mí. Quiero ser esa persona para los demás”.
Contreras dijo que su trabajo como director es una vocación, y que cada día que se despierta, se compromete a que sus acciones reflejen sus creencias al fomentar relaciones, enfatizar la equidad y regresar al contacto humano.
“Si uno fomenta esas relaciones, lo académico también irá bien”, dijo.
Contreras también se mantiene atento a los datos y se ha concentrado en ayudar al distrito, la comunidad, a los estudiantes y al personal de Allen al abrir un camino a la mejora. No considera que la clasificación de D de la escuela, o que el 99 % del estudiantado sea de bajos recursos, debe ser algo que les impida lograr niveles académicos altos y alcanzar su potencial.
“La educación no fue importante para mis abuelos, lo cual tal vez explica la razón por la que mi padre solo llegó a octavo grado y empezó a trabajar joven”, dijo Contreras. “Pero se emocionaría mucho del lugar al que he llegado. Es por esto que me comprometo con que los niños reciban lo mismo que él recibió en ese entonces: un lugar seguro, algo que comer y personas que se interesan por ellos.
“Estamos contando nuestro propio ‘West Side Story'”, agregó. “No tenemos que seguir la historia que los demás cuentan por nosotros. Podemos escribir nuestra propia historia, no solo para nosotros, sino también para aquellos que no creían que seríamos ganadores. Nos toca decidir cómo será y cómo lo haremos posible con crecimiento y una mentalidad de cambio”.