Walter Taylor III, estudiante de 12o grado, aprendió mucho sobre la perseverancia durante el último año. Asiste a David W. Carter High School, pero este año, pasó la mayor parte de sus días con los ojos pegados a la pantalla tomando clases virtuales. “Tuve que aprender a ser estudiante”, dijo sobre el tener que acostumbrarse a levantarse temprano todos los días, abrir la computadora y motivarse a sí mismo a hacer los trabajos requeridos para mantener su excelente promedio académico.
Cuando no estaba estudiando, hacía ejercicios de condicionamiento, mejorando sus habilidades de básquetbol y ayudando a su equipo a derrotar a los rivales en la cancha.
Su entrenador, Lyndon Love, elogia para Walter, quien este año concluyó su participación en el equipo como capitán tras cuatro años y contribuyó a los 23 partidos que los Carter Cowboys ganaron consecutivamente, además del campeonato del distrito 12-4A, y fue reconocido como First Team All-District player.
“Mejoró cada año”, dijo Love sumamente orgulloso del joven, quien terminará su último año como el estudiante mejor calificado de la generación de 2021 de Carter y con una beca completa de $230,000 para asistir a Texas Christian University. Tanto Love como Walter atribuyen sus logros a Jereese Johnson y Walter Taylor, Jr., padres del joven, por llevarlo por el camino correcto. “Mi mamá siempre está al tanto de mis notas”, dijo Walter, mientras que su padre se enfoca en su desempeño deportivo. “Fue uno de mis primeros entrenadores y me sigue enseñando lecciones que me servirán de por vida”.
En TCU, Walter estudiará diseño gráfico, talento que ha ido desarrollando desde la primaria. El deportista siente un gran amor por el básquetbol pero sabe también que “uno tiene que tener un plan B”, con lo que Tina Baker, subdirectora de Carter Collegiate Academy, está completamente de acuerdo. Ella mantiene contacto con los 30 estudiantes de 12o grado de Carter Collegiate Academy, pues tiene sus números de teléfono en caso de tener que motivarlos a que se gradúen. En el caso de Walter, encontró que motivarlo era relativamente fácil. “Él es un estudiante que da la misma importancia a los estudios que a los deportes”, dijo Baker, “y simboliza como debe ser el estudiante mejor calificado de la generación”.
Baker dijo que Walter, quien además se graduará con su grado asociado, mantuvo una sana competencia con Karla Armendáriz, la segunda estudiante mejor calificada de la generación, durante sus años de preparatoria. Baker dijo que la competencia fue muy emocionante, y que, como educadora, quisiera ver a otros estudiantes competir al mismo nivel académico.
