Finish Strong ’21: Dos seniors. Dos historias. Un hogar.

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Cinco meses después de que un tornado destruyera su escuela, los estudiantes de Thomas Jefferson High School se enfrentaron a otro desafío en marzo cuando la pandemia causó el cambio al aprendizaje virtual.

Después de aprender desde casa este año escolar, los estudiantes de 12o grado como Alejandra Reséndez y Lilah Alarcón regresaron a clases presenciales el 12 de abril para terminar su último año de preparatoria con un poco de normalidad. Con la seguridad como prioridad y siguiendo todas las medidas de protección, Dallas ISD lanzó la campaña Finish Strong ’21 para que los seniors como Reséndez y Alarcón pudieran regresar al aprendizaje presencial cinco días a la semana.

 Lilah Alarcón (izq.) y Alejandra Reséndez, dos seniors en Thomas Jefferson High School.

Con miras al futuro

Reséndez asiste a escuelas de Dallas ISD desde niña y fue admitida en la Universidad de Texas en Arlington para estudiar enfermería e innovación médica. A pesar de que perdió su trabajo al principio de la pandemia y a veces le faltó motivación para estudiar desde casa, Reséndez no descuidó sus estudios ni sus calificaciones.

“Me daba mucha ilusión empezar mi último año de preparatoria, aun desde casa”, dijo Reséndez. “Traté de mantenerme enfocada en lo que enseñaban los maestros y encender el micrófono para participar porque los entiendo a ellos también. Todo esto no ha sido fácil para mí, así que me imagino que para ellos ha sido difícil también”.

Alejandra Reséndez, senior en Thomas Jefferson High School. / Alejandra Reséndez, senior en Thomas Jefferson High School.

 

Reséndez es parte de la banda de marcha, juega tenis y fútbol, se desempeña como tesorera de su generación y hasta ayudó con la confección del anuario antes de que las clases pasaran a ser virtuales en marzo. Con tantas actividades extracurriculares, estaba acostumbrada a pasar la mayor parte del día en la escuela, y aunque muchas de esas actividades están fuera de temporada y no ha visto a sus amigos, regresar a la escuela le da un alivio.

“Ojalá las cosas fueran como antes, pero no lo son. Hago lo que puedo para adaptarme y tener éxito en las circunstancias que se me han presentado”, dijo. “Trato de evitar pensar en el aquí y ahora. Más bien considero cómo me ayudará en el futuro lo que estoy haciendo. Si estás entre hacer o no hacer una tarea, hay que saber que tal vez esa tarea no te lleve a ninguna parte, pero afectará tu nota, y son las notas las que te podrían llevar a mayores oportunidades”.

Un comienzo difícil pero feliz

Thomas Jefferson High School es la cuarta preparatoria a la que ha asistido Alarcón y es la única en la que se ha sentido como en casa. A pesar de que un tornado azotó la escuela pocos meses después de que se matriculara, Alarcón entendió que el alma de la escuela no está en el plantel, sino en los estudiantes y el personal.

“He ido a muchas escuelas diferentes, pero aquí, los maestros lo entregan todo. Se nota que les gusta su trabajo porque enseñan bien y dan lo mejor de sí”, dijo Alarcón. “Hay mucha gente que le pone todo su esfuerzo y se nota cuando se tiene un buen maestro que lo motiva a uno. Se esfuerzan mucho por forjar una buena relación con los estudiantes”.

 Lilah Alarcón, senior en Thomas Jefferson High School.

 

Alarcón es artista y aspira a completar un grado asociado en Dallas College y trasladarse a una universidad para estudiar moda y diseño. Pudo desarrollar una relación con los maestros que la inspiraron a participar en competencias de arte, pintar un mural en el salón de arte y crear figuras de cartón que colocó en los salones vacíos para que los maestros tuvieran compañía durante la pandemia.

La transición al aprendizaje a distancia fue particularmente difícil para Alarcón, quien sufre de dislexia. Para ella, es difícil poner atención y comprender el contenido sin contar con un maestro de manera presencial.

 Lilah Alarcón está trabajando para terminar este mural, pintado en un salón de arte en Thomas Jefferson High.

 

Tras volver al plantel para clases presenciales el 12 de abril, estaba emocionada de ver a sus maestros, los que le enseñaron el año pasado y los que solo ha conocido por internet. Alarcón está contenta de estar en un salón de clases de nuevo, porque puede aprender mejor que en casa. A pesar de todos los desafíos a los que se enfrentó, Alarcón pudo mantener sus calificaciones altas.

“Aunque tuve dificultades con las clases virtuales, quiero tanto a los maestros que no quiero decepcionarlos”, dijo Alarcón. “He dado lo mejor de mí a pesar de las circunstancias”.

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