Lydia Degollado es maestra bilingüe de cuarto grado en Pleasant Grove Elementary School quien se especializa en ciencias y escritura.
Degollado tiene 13 años de experiencia como docente y está dedicada en continuar su desarrollo profesional como educadora para poder preparar mejor a sus estudiantes. Degollado dice que el amor y apoyo que ha recibido de sus padres, colegas, mentores y maestros la mantienen motivada en su profesión.
¿Qué te motiva o qué te sirve de inspiración?
Mi mayor motivación son mis estudiantes. Me encanta ver como se les iluminan sus ojos cuando tienen una idea o cuando finalmente comprenden un concepto que se les ha dificultado. ¡La enseñanza es tan divertida porque cada día es diferente! Además, también creo que la docencia es una de las profesiones más gratificantes ya que puedo marcar una diferencia en el mundo, contribuyendo a forjar el futuro.
¿Cómo motivas e inspiras a tus estudiantes?
Fui la primera en mi familia en adquirir un título universitario. Pude lograrlo porque mis padres y maestros nunca dejaron de creer en mí. Fue mucho trabajo y tuve que mantener un buen promedio de calificaciones para conservar mi beca. Les digo a mis estudiantes que también pueden cumplir sus metas, sin importar cuán difícil sean. ¡Me tienen a mí para apoyarlos! Pueden contar conmigo no solo este año, sino cuando lo necesiten.
Cuéntanos sobre el momento más memorable que has tenido como maestra.
Los últimos tres años he enseñado escritura y ciencias de cuarto grado. Este año, un estudiante de quinto grado me enseñó un libro que había escrito. Quería que lo leyera y que le diera mi opinión. Lloré cuando lo leí (aunque solo era un libro de comics) porque vi que había aplicado todo lo que le había enseñado.
¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?
Me fascina la lectura. ¡Tengo una aplicación en mi celular que me permite leer donde quiera que esté! Trato de leer diferentes tipos de libros, aunque últimamente me interesa el desarrollo del cerebro. También leo muchos libros para niños porque tengo dos hijos pequeños, uno de 7 y otro de 4. Esto me ha ayudado mucho porque he descubierto libros interesantes para usar cuando leemos en voz alta en mi clase.
¿Qué haces ahora, que no hacías cuando empezaste a dar clases?
Tuve la fortuna de tener maravillosos colegas e increíbles mentores. De todo lo que he aprendido, yo diría que lo más importante ha sido no tener miedo a intentar una nueva estrategia o método. Nunca sabrás si funciona hasta que lo intentes por ti mismo. Siempre estoy dispuesta a recibir consejos de otros maestros. También me gusta observar a mis compañeros porque hay tantas ideas fabulosas que ya están aplicando y no me las quiero perder.