La mayoría de las personas que conocen a Leanne Woods, maestra en Preston Hollow Elementary, dicen que tiene un don para enseñar a estudiantes con síndrome de Down.
Tom Brandt, director de la escuela, la describe como una maestra con una energía interminable, quien hace uso de mano firme con sus estudiantes con necesidades especiales para que puedan desarrollarse, cuando otros maestros quizás se pudieran rendir.
“La habilidad que tiene Ms. Woods de conectar y tratar los talentos específicos de cada estudiante y las necesidades específicas es increíble”, dijo el director.
Los padres piensan lo mismo. Celina Abeyta-Barry, quien tiene a su hijo en el salón de clases de la maestra Woods, dice que la maestra de educación especial es ‘amable y cariñosa pero también firme y decidida.’
Woods también se interesa en los estudiantes y sus familias. Ha acompañado a estudiantes a eventos deportivos o los ha llevado a nadar. Todo esto explica por qué la Organización de Síndrome de Down de Dallas recientemente la nombró como la educadora del año para el 2015. Este grupo ofrece una variedad de servicios a aproximadamente 1,500 familias del área, quienes tienen hijos que han sido diagnosticados con el trastorno congénito más común. Uno de cada 691 bebés nace con el síndrome de Down, lo que aumenta la necesidad de tener más maestras como Woods. La Sra. Rheanna Ávila elogió a Woods por crear un ambiente dentro del salón de clases que fomenta la independencia y motiva a cada estudiante para que cumpla sus metas de desarrollo y educativas.
“Mi hijo no podía siquiera dibujar un círculo cuando llegó por primera vez al salón de clases de Ms. Woods en el otoño de 2014”, dijo Ávila. “Dentro de unos meses ya estaba escribiendo letras y para el final del año podía escribir su nombre. Le exige a sus estudiantes para que puedan hacer lo mejor que puedan”.
En cuanto a cuál es su secreto para que sus estudiantes den lo mejor de ellos, Woods dijo, “Yo no siento compasión sino una gran pasión por el potencial oculto. Estos niños son inteligentes y capaces. Los quiero y les muestro mi amor siendo firme con ellos. Tengo expectativas para ellos y es un honor ver como florecen sus talentos”. Woods comparte este honor con sus dos asistentes, Keesha Graves y Angela Rogers. “Tengo la dicha de tener increíbles compañeras en el salón de clases. Somos un equipo y tenemos las mismas expectativas y visión para nuestros niños”. Woods también ayuda a otros estudiantes y a la comunidad a que aprendan sobre el síndrome de Down. Sus esfuerzos incluyen, crear un equipo escolar para la caminata anual Buddy Walk de la Organización de Síndrome de Down y organizar eventos en toda la escuela para celebrar el día mundial del síndrome de Down. La dedicación hacia sus estudiantes le ha ganado la admiración y el reconocimiento de los padres. Tal y como lo dijo un padre en una carta de apoyo hacia Woods, “La razón principal por la que se merece este premio es simplemente porque quiere a mi hijo. Como padre, cualquier persona que quiere y cree en mi hijo, como ella, es maravillosa en mi opinión”.